Comienza a funcionar una planta imprescindible para la gestión de residuos en el norte de Lugo

La nueva planta de transferencia de residuos ubicada en el municipio lucense de Riotorto, construida por la Xunta de Galicia con una inversión de 2,15 millones de euros, entra este lunes -1 de julio- en funcionamiento, con capacidad para tratar unas 7.500 toneladas de desechos urbanos al año.

La conselleira do Medio Ambiente, Ángeles Vázquez, explicó que, inicialmente, esta planta dará servicio a seis ayuntamientos de la zona norte de la provincia de Lugo, de las comarcas de Terra Chá y A Mariña (Abadín, A Pastoriza, A Pontenova, Meira y Trabada, además de Riotorto), que suman una población de más de 15.500 habitantes.

Estas nuevas instalaciones están preparadas para trasvasar las tres fracciones que recibe la Sociedad Galega de Medio Ambiente (Sogama) —envases de plástico, latas y briks (bolsa amarilla), fracción resto (bolsa negra) y materia orgánica (bolsa marrón)— y transferirlas después a la planta de compostaje de Cervo.

Además, la instalación cuenta con los mejores equipos en cuanto a eficiencia energética y también con paneles solares que permitirán compensar los consumos eléctricos. Asimismo, dispone de una depuradora, de sistema de pesado y aparcamiento para varios contenedores.

RED PÚBLICA

Esta infraestructura de transferencia forma parte de la red pública impulsada por la Xunta para gestionar la materia orgánica de origen doméstico, los llamados biorresiduos, una fracción que los ayuntamientos están obligados por ley a recoger separadamente nos sus respectivos territorios.

En este sentido, precisó la conselleira, aunque las competencias de gestión de los residuos son municipales, "el gobierno gallego mantiene su apoyo a los ayuntamientos para ayudarles a garantizar el cumplimiento de la normativa en este campo, poniendo a su alcance las dotaciones necesarias".

La red pública impulsada por su departamento para la gestión de la materia orgánica está compuesta por 17 plantas: 4 dedicadas al tratamiento de los biorresiduos para hacer compost —1 por provincia— y 13 de transferencia —todas ellas dotadas de una tolva específica para el trasvase de la materia orgánica recibida, como paso previo a su traslado hasta la planta de compostaje más próximo—.