La queja de Rafa Nadal sobre Roland Garros que no le impidió ganar el torneo

La ciencia corrobora las sensaciones del tenista que logró vencer un año más en París

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Joaquín Sevilla nos explica a través de la ciencia cómo influye la temperatura en la pelota de tenis

Redacción COPE Navarra

Pamplona - Publicado el 14 oct 2020, 14:28 - Actualizado 14 oct 2020, 15:33

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Rafa Nadal volvió a conquistar Roland Garros, y son ya trece veces. Sin embargo, el inicio del torneo tuvo cierta polémica por el comportamiento de las pelotas. El clima de octubre en parís es muy diferente al que tiene la capital francesa en sus fechas habituales. Por lo que con diferente temperatura y humedad las pelotas se comportan diferente. Nadal tenía razón y así lo dice la ciencia. Nos lo ha explicado Joaquín Sevilla, Director del Área de Cultura y Divulgación de la Universidad Pública de Navarra.

Hay que recordar que el calendario tenístico profesional se hace buscando el sol, por lo que las temperaturas acostumbran a ser más altas, se notó en las prendas de quienes disputaron el torneo (más ropa de abrigo) y en el comportamiento de las pelotas de tenis.

Cuestiones a tener en cuenta:

El bote de una pelota de tenis (vale para cualquiera, pero nos vamos a quedar con esta hoy) es un proceso físico mucho más complicado de lo que parece.
Bueno, a grandes rasgos lo que pasa es: la pelota va en una dirección y al llegar a una superficie parte de su energía se invierte en deformar la pelota, y al recuperarse de esa deformación devuelve la energía cambiando la dirección de la pelota (i.e rebota)
Entrando en detalles, el proceso del bote dependerá (1) de las dos superficies que interactúan (la de la pelota y el suelo), de lo bueno que se al rozamiento entre ellas. Si el rozamiento es muy bueno la pelota saldrá con el mismo ángulo de entrada /es un rebote "especular"), pero si resbala un poco, saldrá con menor ángulo, hará un bote más bajo.
Dependerá también (2) de la elasticidad de la bola, cuanto más elástica menos energía se pierde en el bote y con más velocidad sale tres él. La presión del aire dentro de la bola será determinante de esa elasticidad (por eso las bolas pinchadas no funcionan), y esa presión aumenta con la temperatura. por eso con calor la pelota bota más alto.
Si pensamos solo en la pelota: la temperatura hace que rebote mejor cuanto más alta sea, mientras que la humedad hace lo contrario, hace que el tejido se humedezca y gane peso, con lo que a mayor humedad peor bote.
Pero estos factores climáticos también afectan al suelo, y de formas diferentes según el tipo de pista, en tierra húmeda la pequeña capa de barro atenúa el bote, mientras que en hierba hace resbalar la bola, acelerando el bote.
Un último efecto en que no solemos reparar es que la bola ha de ir atravesando el aire, rozando con él, y ese rozamiento no es nada despreciable. Cuanto más denso el aire mayor rozamiento. El aire más húmedo es más denso (así que la bola se ralentiza y el juego se hace más "pesado"), pero también la altitud (sobre el nivel del mar) afecta, a gran altura el aire es menos denso y por tanto el juego será más vivo.
Todos estos efectos tan sutiles los incorporan a su juego los tenistas de forma "intuitiva", aprendiéndolos por prueba y error. Por eso es necesario que se "acostumbren" a un tipo de condiciones para ir afinando el juego en ellas.
Es curioso como intuitivamente todos estos efectos que tienden a acelerar o ralentizar las bolas (en su viaje por el aire o en los botes) lo resumimos en "juego más o menos pesado", y es que es lo que pasaría si las bolas ganaran o perdieran peso (manteniéndose los demás parámetros) aunque en realidad no es así, las bolas pesan (casi) lo mismo siempre.
Todo esto sin tener en cuenta los efectos que se le pueden imprimir con la raqueta.