Esta fue la reacción de la mujer de Damián Roku-Epitie, que estuvo 40 días en coma: "Papá se muere"

Damián Roku-Epitie es un policía foral que estuvo ingresado 90 días, 62 de ellos en la UCI del Hospital Universitario de Navarra. A finales de marzo de 2020 ingresaba en el hospital con problemas respiratorios, la situación se fue complicando y terminó intubado en una UCI. “Empecé con una ligera tos. Pero tenía la sensación de que me estaba bajando la saturación. Avisamos a una ambulancia, fuimos a urgencias, y en 5 días estaba en coma”. Los médicos fueron muy claros con su mujer después de haber empeorado tan rápidamente: “Sólo cabe rezar”.

Una situación de la que ya él no fue consciente, puesto que se mantuvo 40 días en coma y 62 en la UCI. Sin embargo, su mujer Inés preparaba para lo peor a sus dos hijas, que entonces tenían 14 y 20 años. “Mi mujer fue clara: 'Papá se muere'. Cuando entraba a verme en la UCI intubado y con tantas malas noticias...”.

Durante todos esos días que estuvo ingresado en la UCI, la situación se fue complicando por momentos. Los médicos realizaron todo tipo de esfuerzos para salvarle la vida. Nada funcionaba. “La posición de prono no funcionaba, el respirador mecánico tampoco era suficiente, mis pulmones estaban duros y no daba la potencia suficiente para funcionar. Me pusieron el ECMO, que son palabras mayores, y tampoco funcionaba. Idearon una nueva configuración, entré en sepsis y de ahí tuvieron que idear la forma de que los pulmones volvieran a trabajar”.

“Tienes que tener muchos vínculos a la vida para haber aguantado lo que aguantaste”

Anestesista del HUN

Comentrario a Damián

El estado clínico de Damián era tan crítica, que un anestesista le dijo: “Tienes que tener muchos vínculos a la vida para haber aguantado lo que aguantaste”. Esos vínculos, asegura Damián, son “la gente que te rodea”. Se sintió abrumado por todas las muestras de apoyo y todos los mensajes que recibió en ese momento.

Al salir de la UCI, se produjo uno de los momentos más virales de toda la pandemia. Todo el personal sanitario que se encontraba allí le esperó en la puerta para aplaudirle. Algo que no olvidará jamás.

El día que salió del hospital, tres meses después de haber ingresado con una tos, Damián se encontró de nuevo con mucha gente en la puerta esperándole. “Fue muy especial”. Allí se encontraban compañeros, sanitarios, amigos... esperándole para mostrarle su apoyo y su cariño. “No daba crédito. No podía acercarme porque todavía era positivo y tenía una sensación de que era peligroso para la gente. Pero me hubiera gustado darle un abrazo a cada uno”.

Este policía foral salía entonces del hospital, pero no era consciente de todo el trabajo que tenía por delante. De todo el largo camino que le esperaba para recuperarse. Tuvo que aprender a comer, caminaba y hablaba con dificultad y había perdido mucho tono muscular. Su intención era reincorporarse al servicio cuanto antes, de hecho pidió el alta voluntaria hasta en dos ocasiones. “Esto es una carrera de fondo y, cada vez que saltas un obstáculo, hay otro. Tenía que recuperar el cuerpo del todo, a nivel mental y a nivel físico. Es difícil entender por qué das un paso adelante y otro paso atrás. De pronto te sientes bien y, de repente, vuelves atrás”. Al final, volvió al servicio, pero después de 15 meses ausente.

Con su mujer ha hablado sobro todo lo que le pasó. Él quería saber. “Aún necesito saber”. Sin embargo, aunque él tiene muchas preguntas todavía, su mujer y sus hijas intentan evitar la conversación. No en vano, fueron momentos especialmente duros para ellas.

Por último, Damián Roku-Epitie, asegura que de esta situación ha aprendido mucho. “Mi vida es mejor porque he aprendido cosas. Salí muy reconciliado conmigo mismo”. No olvida que “cada día es un regalo”. Ha aprendido a quitarse “cosas que restan”. La vida es un tesoro tiene “muchísimas ganas de disfrutar” de ella.