La "riquísima" presencia monástica en Navarra

Navarra es una comunidad rica en presencia monástica, alrededor de 60 monasterios y conventos se mantienen en pie en la comunidad foral. Una presencia monástica que se remonta incluso a la Edad Media. Estos ofrecen un profundo legado histórico, artístico, cultural y espiritual. Estos monasterios se distribuyen por lo ancho y largo de la Comunidad foral: desde Roncesvalles, hasta el Monasterio de la Oliva, de Fitero o Zamartze hasta Leyre. Han sido fundamentales en la vida religiosa y cultural, además de desempeñar un papel clave en la consolidación del Camino de Santiago. 

Hoy comenzamos aquí un recorrido por los más importantes de ellos. Lo hacemos de la mano de Jesús Galdeano, vicario episcopal de la vida consagrada. Él nos hace un preámbulo, hablando de la relevancia de estos monasterios en Navarra. “La presencia de la vida contemplativa es muy larga en el tiempo. Y además es muy variada en cuanto a los diversos carismas y familias que la constituyen. Es riquísima. Y actualmente también, aunque ha cambiado muchísimo todos los sentidos”. Jesús Galdeano ha indicado que estos monasterios han tenido “un impacto enorme” en Navarra.

La relevancia de estos monasterios es evidente. No sólo en cuanto a arquitectura o arte, también han sido guardianes de la cultura y transmisores de las tradiciones y costumbres de la sociedad. Han sido fundamentales en el desarrollo del Camino de Santiago en Navarra. Y, por supuesto, un oasis de espiritualidad y religiosidad, como comenta el propio Jesús Galdeano. “Han tenido una enorme aportación tanto a la sociedad como a la Iglesia. Hoy día siguen siendo un oasis en esta sociedad tanto desnortada. Todavía hay mucha gente que busca ese oasis de paz, de silencio, de oración...”.

Jesús Galdeano indica que, para él, el principal reto al que se enfrentan estos monasterios y los religiosos que los habitan no es tanto el envejecimiento. Algo que parece puede ser muy evidente. El principal reto para él es el de mantener viva la llamada de Dios en esas personas, en mantener viva la llama, la esperanza, el sentido de su vida. “Para mí, el reto primero y principal es el de mantener vivo el sentido de su vida, la llamada que sintieron de Dios, mantener la ilusión por mantener la llamada de Dios”.

En Navarra la presencia monástica contemplativa se alarga en el tiempo y además es muy variada en cuanto a los carismas. De acuerdo con los tiempos se van estableciendo las distintas órdenes que en aquel momento estaban comenzando su andadura fundacional, invitadas casi siempre por los monarcas o familias nobles. En la época medieval, cuando todavía la conquista del territorio no estaba asegurada, la presencia de un monasterio ayudaba a asentar la población creando pequeños núcleos urbanos en los que empezaba la vida religiosa, comercial, agrícola..., fórmula de poblamiento que ayudaba con éxito a consolidar las conquistas.

La ubicación de la mayoría de los monasterios femeninos ha cambiado por avatares de la vida, no así los masculinos, La Oliva de la orden cisterciense y Leyre, ahora benedictino pero en su origen cisterciense.

DE LA ÉPOCA DEL MONACATO, LA PRESENCIA DE LA ORDEN DE SAN BENITO

La fundación de las benedictinas de Estella se remonta al siglo X, según la tradición, y sería paralela a la fundación de la ciudad. Con todo el primer dato histórico se fecha en 1268, en época del rey Teoblado II. Situado en los llanos de la ciudad, en 1971 se trasladó a un edificio vecino al Santuario de la Virgen del Puy.

A la misma orden benedictina pertenece el monasterio de Alzuza, cuyo origen está más oscuro, aunque se sabe de su existencia relacionada con Leyre y en sus cercanías. Los datos históricos nos revelan que a mediados del siglo XV se establecen en Lumbier, lugar que abandonan en 1991 para trasladarse a Alzuza.

el císter en navarra

Del Císter en Navarra tenemos el monasterio de Tulebras, fundado por una comunidad francesa al reclamo del monarca García Remirez en 1147. Se da la circunstancia de que este fue el primer monasterio femenino en la península y de aquí partieron otras fundaciones, de la que la más conocida son las Huelgas de Burgos (1187). Ya en 1990 este monasterio fundó en Esmeraldas (Ecuador).

El monasterio de Alloz también está bajo la regla de san Bernando. Su fundador, el beato cardenal Sancha, obispo de Avila en 1884, le concedió unas tierras en el lugar de Tiñosillos. La pobreza y precariedad del lugar obligó a la primera comunidad buscar otra ubicación hasta que adquirió la granja de Alloz, que fue propiedad de Iranzu, a donde llegan en 1913.

edad media

Avanzando en la Edad Media se abren nuevos carismas edntro de la vida contemplativa, como la orden (de las Comendadoras) del Santo Espíritu, que se inició en Francia y a España llegó en 1268 con la fundación del convento de Puente la Reina, situado en pleno Camino de Santiago. De la misma orden, pero de fundación contemporánea es el monasterio de Sangüesa, que se instaló en 1884.

De las Órdenes que surgieron en el siglo XIII y que conocemos como mendicantes en Navarra permanecen la rama franciscana en los monasterios de clarisas.

1- La fundación más antigua es la de Olite, inicialmente en Pamplona y tiene a gala el ser el primer cenobio fundado fuera de Italia en vida de Santa Clara. (La bula fundacional del convento de Pamplona data de 1228 y la concedió Gregorio IX, aunque para entonces ya se rastrean pequeñas comunidades que viven de alguna manera la regla. El convento de Pamplona está intensamente relacionado con la familia Cruzat desde su origen).

En 1840 la comunidad se traslado desde Pamplona al actual convento de Olite, que fue/había sido/era??? de la orden de san Antonio Abad. Las monjas se vieron obligadas a dejar su ubicación en el barrio de Sta Engracia de Pamplona por el peligro que suponía en la Guerra de la Convención su situación fuera de las murallas

2- Las clarisas de Tudela lo iniciaron en 1261 cuatro religiosas procedentes de Valladolid. La comunidad ha tenido una vida azarosa en cuanto a su ubicación a lo largo de los siglos, hasta que en 1971 se traslado a su actual emplazamiento, junto a la plaza de toros. Entre su ajuar guarda una curiosa imagen forrada de plata de San Juan (S.XVI), pero trasformada en Santiago al añadirle un brazo con el que sujeta la espada. Esta imagen participa en las celebraciones religiosas de las fiestas de Sta. Ana, ya que durante toda la novena está en la catedral y en el día grande posesiona.

3- El otro monasterio de clarisas de fundación moderna (1845) se sitúa en Lecumberri/Lekunberri.

LA EDAD MODERNA, TRAS LA REFORMA TRIDENTINA

Supone otra eclosión de fundaciones conventuales femeninas, de vida contemplativa. A este momento corresponden las carmelitas de san José en Pamplona y las Agustinas Recoletas también en Pamplona.

La fundación de un convento Carmelitano en Pamplona ya rondaba en los planes de Sta Teresa, aunque ella no lo pudo llevar a cabo. Lo hizo una fiel colaboradora suya, la hermana Catalina de Cristo que quedó como priora, y cuyo cuerpo incorrupto se conserva. La fundación data de 1583. Como todas la instituciones religiosas se ha visto obligada a trasladarse la comunidad en varias ocasiones, hasta recalar en su actual emplazamiento de Pl. San José en el siglo XIX.

Los otros dos conventos de carmelitas descalzas localizados en Navarra tienen un origen más moderno; a Olza se trasladaron las monjas de Echavacoiz que abrieron este convento en 1910 con la comunidad del Carmelo de Condon-Prouillam (Francia) expulsadas de su país por la persecución religiosa. El convento de Olza se inauguró en el 2009.

El Carmelo de Donamaría se inauguró en 1960 con una comunidad procedente de Fuenterrabia. Aunque son recientes no cabe duda que entre el vecindario se ha forjado una hermosa relación de amistad u cercanía. Para instalarse aprovecharon una casa palacio que estaba a la venta.

La fundación de las Agustinas Recoletas de Pamplona data de 1634, gracias a la ayuda y mecenazgo de don Juan de Ciriza, marqués de Montejaso. Las fundadoras llegaron del concento de Eibar. La iglesia es un hermoso ejemplo de edificio Barroco conventual, tanto por la arquitectura como por los retablos, en uno de los cuales se venera a la Virgen de la Maravilla, una devoción muy arraigada en la ciudad antiguamente.

EN ESTELLA TAMBIÉN ESTÁN LAS CONCEPCIONISTAS FRANCISCANAS RECOLETAS

El convento de Estella se abrió en 1731 con monjas procedentes del reconocido convento de Agreda. La comunidad actual desde hace unos años ha fundado un convento filial en Goa (India).

La fundación más moderna es la de la Sagrada Familia, que tienen su convento el Oteiza de Berrioplano desde 1994. Son una orden de origen francés, con dos ramas, apostólicas y contemplativas.

dos MONASTERIOS CONTEMPLATIVOS MASCULINOS : BENEDICTINOS EN LEYRE Y CISTERCIENSES EN LA OLIVA.

La historia del monasterio de Leyre está estrechamente vinculada a la del Reino de Navarra hasta el punto que se considera el panteón real. Aunque lo origines del monasterio puede ser anteriores al siglo IX, no es hasta esta fecha en la que aparece mencionado en un documento de donación del rey Iñigo Jiménez. Otra fecha a tener en cuenta es el año 851 cuando la visita y escribe sobre él, el obispo de Córdoba San Eulogio. Un año después se trasladan desde Huesca los restos de las mártires Santas Nunilo y Alodia.

Por distintos motivos en Leyre a partir de un momento la comunidad benedictina fue sustituida por otra cisterciense. Los acontecimientos políticos y militares del siglo XIX perjudicaron negativamente al monasterio, diversas exclaustraciones, desamortizaciones , hasta llegar a la supresión total de 1836, cuando la comunidad se vio obligada a abandonar el monasterio, lo que dio origen a la dispersión del ajuar y la ruina de la construcción. En 1865 la Comisión de Monumentos de Navarra detuvo el deterioro del monasterio. Se empieza la reconstrucción del monumento, cuyos trabajos posibilitan la vuelta de una comunidad en 1954, que procede de Silos. Artísticamente el Monasterio de Leyre es muy significativa, con partes muy antiguas, como la cripta, otras de un románico temprano, otras góticas. La portada románica tiene mucho interés.

La orden del cister masculina está representada por el monasterio de la Oliva. Una fundación Real de mediados del siglo XII. En momentos de fricciones entre las coronas de Navarra y Aragón (XII-XIII) los distintos monarcas intentaron atraerse, mediante concesiones territoriales, esta zona fronteriza donde se sitúa el monasterio,

Los numerosos avatares políticos y militares del siglo XIX le afectaron negativamente que paulatinamente fue reduciendo el nº de monjes, propiedades y ajuar de la iglesia, hasta la supresión total de 1835. A partir de este momento, con la supresión de la vida conventual, empiezan las subastas, el derribo de los edificios para reutilizar sus sillares hasta el punto de quedar desnudo y arruinado. Este proceso se detuvo en 1927 cuando vuelve la vida conventual con una comunidad cisterciense procedente de Getafe.

Parte de su ajuar se conserva desubicado en la parroquia de Carcastillo, aunque la pieza más importante artísticamente se salvo gracias a la compra del Conde de Geundulain que la cedió al convento de concepcionistas Franciscanas de Tafalla, vecino de su casa. En esa iglesia estuvo hasta que la comunidad vendió el convento, entonces se traslado a la parroquia de San Pedro,

Se trata de un hermoso retablo de pintura del siglo XVI realizado por el artista flamenco Rolan de Mois.