El Alavés de Coudet no rinde en casa

Mendizorroza, el bastión inexpugnable que ha llevado al Deportivo Alavés a conseguir los objetivos de cada temporada, se ha convertido, en esta campaña, en un balneario para los rivales. El sábado, el Rayo Vallecano se llevó tres puntos sin alardes (0-2), en un encuentro reflejo de la fragilidad local del equipo que no muestra la garra de antaño. El penalti fallado por Jordán supuso la caída emocional del equipo, que revivió los mismos guiones ante el Espanyol, Getafe, Celta o Girona.

Números rojos y una afición al límite

Los números de Coudet en casa son alarmantes: 1 victoria, 2 empates y 4 derrotas en 7 partidos, apenas 5 puntos de 21 (0,71 por duelo), situando al Alavés como el tercer peor local de La Liga, solo por delante de Las Palmas y Valladolid. En contraste, Luis García Plaza dejó medias de 1,63 (2023-24) y 2,19 (2022-23). Con 16 puntos en casa, la victoria ante Villarreal es la única alegría en cinco largos meses.

Números rojos y una afición al límite

La falta de puntería, los errores en área propia y las derrotas, en definitiva, ante rivales directos han defenestrado la tranquilidad en la temporada. El equipo enfrenta un tramo final decisivo con 9 partidos de los que 5 de ellos serán en Mendizorroza: Real Madrid, Real Sociedad, Atlético, Valencia y Osasuna visitarán al Glorioso entre abril y mayo, teóricamente rivales de peso que pelean por Liga, Europa o la permanencia.

La esperanza, entre la presión y la reacción

Pese a todo, restan nueve jornadas, el derbi final con Osasuna o el duelo con un Valencia posiblemente salvado podrían ser más asequibles. La grada sigue apoyando, pero cada vez es más proclive a recordar a Luis García Plaza y a cargar contra la directiva. El Alavés necesita volver al pasado, contagiando a un estadio que se convierte en el 12º jugador.