Dos empresas vascas convierten las mascarillas usadas en combustible

La pandemia ha agravado la contaminación por plásticos en plena lucha contra el cambio climático. Lo llevan los millones de mascarillas extra que empleamos para combatir el coronavirus y que hay que depositar en el contenedor gris. Solo en España dos protectores facials por semana, suponen 94 millones de ellos y 250 toneladas de residuos.

Reciclar este material y darle una segunda vida en forma de combustible para los vehículos es lo que han conseguido la startup vizcaína Nantek y la gipuzcoana Orka, dedicada a la gestión de residuos. En dos semanas desde que hicieran público el proyecto sobre el que llevan trabajando meses han recibido peticiones de todo el Estado, incluso de Sudamérica, porque no hay otra iniciativa así en ningún sitio.

Proceso químico

Según explica en COPE José Manuel Muriel, gerente de Orka, han pasado de un laboratorio a una planta industrial para reciclar toneladas en vez de kilos de mascarillas en un proceso que no requiere pocas horas y que no reviste demasiada complejidad. "Hacemos una degradacón con un proceso termoquímico. El material del que están hechas las mascarillas es un refinado del petróleo y nosotros lo que hacemos es el camino hacia atrás para obtener un combustible o una materia prima para combustible", ha detallado.

Este nuevo combustible, "que acabará en el depósito de cualquier coche", ya lo han homologado las principales compañías españolas como Repsol o Cepsa. Y hay un valor añadido medioambiental: "Quitamos un residuo del vertedero y cada tonelada que hacemos de materia prima es una tonelada menos que hay que sacar de la naturaleza".

Puntos de recogida

Para este proceso de reciclaje valen todas las mascarillas que no sean de tela, las quirúrgicas, higiénicas y FFP2. Nantek y Orka están llegando a acuerdos con centros de trabajo, superficies comerciales y ayuntamientos para que se establezcan puntos de recogida. Sobre todo ello irán informando en la web reciclamascarilla.com.