La isla que está en medio de Canadá y que fue ocupada por los vascos durante 50 años: pusieron nombre a una región entera
Cientos de vascos se asentaron en esta isla por una razón en concreto y se mezclaron con la población que vivía en lo que hoy es Canadá

Vista desde el lado de la isla de los Vascos, hoy deshabitada
Madrid - Publicado el
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Aunque suele hablarse de los grandes imperios europeos cuando se analiza la colonización de América, hubo otros pueblos que dejaron una profunda huella en el continente. Uno de ellos fue el pueblo vasco. A pesar de su reducido tamaño geográfico, los vascos jugaron un papel clave en la historia atlántica. Navegantes experimentados, pescadores tenaces y hábiles comerciantes, llegaron a las costas de Canadá mucho antes de que muchos otros europeos siquiera soñaran con cruzar el océano.
Su presencia, discreta pero duradera, puede rastrearse a lo largo del Atlántico Norte, desde Terranova hasta el Golfo de San Lorenzo. Pero hay un lugar que destaca especialmente: una pequeña isla canadiense que, durante medio siglo, fue testigo de la ocupación y actividad económica de los vascos. Hoy, ese rincón del mundo esconde una historia fascinante que apenas comienza a ser redescubierta.

Los vascos se asentaron en Canadá para cazar ballenas
LA "ISLA DE LOS VASCOS" QUE SE SITÚA EN CANADÁ
A medio camino entre la historia y el olvido, la Île aux Basques —o Isla de los Vascos— se sitúa en pleno río San Lorenzo, frente a la localidad de Trois-Pistoles, en la provincia de Quebec. Rodeada por las aguas tranquilas del estuario, esta pequeña isla de apenas dos kilómetros de largo y 400 metros de ancho parece insignificante en el mapa. Pero su nombre y su pasado cuentan una historia completamente distinta.
Entre 1584 y 1637, los vascos ocuparon esta isla de forma intermitente, en una época en la que Europa se disputaba el control de nuevos territorios. ¿La razón? Su ubicación estratégica y, sobre todo, la abundancia de ballenas en la zona.

Muchos vascos balleneros llegaron a Canadá en el siglo XVI
Los balleneros vascos, curtidos en las duras aguas del Cantábrico, encontraron aquí un punto clave para instalar sus campamentos, procesar la grasa de los cetáceos y convertirla en aceite, un producto muy demandado en Europa. Esta actividad se convirtió en el motor económico de su presencia en la isla durante al menos cinco décadas.
La 'Isla de los Vascos' da nombre también al condado de 'Les Basques' (Los Vascos), en Quebec
LOS RESTOS ARQUEOLÓGICOS QUE QUEDAN: HORNOS DE BALLENAS
En la isla aún pueden encontrarse restos de aquel pasado. Excavaciones arqueológicas realizadas en la década de los noventa han sacado a la luz cuatro antiguos hornos construidos por los vascos para fundir la grasa de las ballenas. Dos de ellos están situados en un lugar conocido como l’Anse à la Baleine (la ensenada de la ballena), y los otros en l’Anse Qui Pue y l’Anse d’En Bas. En estos sitios se hallaron también fragmentos de cerámica europea, tejas de terracota e incluso cuentas de vidrio utilizadas para comerciar con los pueblos indígenas.
Y es que los vascos no solo cazaban ballenas. También establecieron relaciones comerciales con los iroqueses y algonquinos, intercambiando productos europeos por bienes locales. La coexistencia entre ambas culturas quedó registrada no solo en la arqueología, sino también en documentos históricos que mencionan esta colaboración temprana entre europeos y nativos.

La Isla de los Vascos está inhabitada en nuestros días
Hoy, la Isla de los Vascos forma parte del municipio de Notre-Dame-des-Neiges y está protegida como santuario de aves migratorias desde 1929. Su paisaje tranquilo contrasta con la intensa actividad que tuvo lugar allí siglos atrás. La isla es ahora un refugio para la naturaleza, pero su importancia histórica ha sido reconocida oficialmente: fue declarada Sitio Histórico Nacional de Canadá.
LA INFLUENCIA DE LOS VASCOS EN QUEBEC Y EN CANADÁ
Pero, además, hay que tener en cuenta que la isla se sitúa en la ciudad de Trois-Pistoles (Tres Pistolas en español), que es una de las localidades más importantes del condado regional de... Les Basques (Los Vascos). Todo ello, en una provincia tan importante como Quebec. Como vemos, la influencia que los vascos tuvieron en esta zona del país es importante. Junto a ello, está la isla de Saint Pierre y Miquelón, cuya bandera contiene la ikurriña y que se encuentra muy cerca también de Canadá, aunque sea tierra francesa.
El último registro de la presencia vasca en la isla se remonta a 1637, según el relato del jesuita Paul Lejeune. Años después, en 1664, otro jesuita, Henri Nouvel, visitó la isla y describió los grandes hornos construidos por los balleneros, señalando que aún podían verse las costillas de las ballenas junto a las estructuras.
La Île aux Basques es mucho más que un punto en el mapa de Canadá. Es un recordatorio de la sorprendente conexión entre Europa y América mucho antes de que las grandes potencias tomaran el protagonismo. En un rincón tranquilo del río San Lorenzo, una isla silenciosa guarda las huellas de un pueblo que cruzó el océano en busca de recursos y oportunidades, y que dejó una herencia que aún hoy merece ser contada.