La región de Europa en la que nació el euskera, según confirma un nuevo estudio: ni en Euskadi ni en Navarra

Desde hace mucho tiempo, el euskera, o lengua vasca, está muy enraizada en la cultura del País Vasco y de Navarra, pero todo apunta a que esta lengua milenaria no nació ahí como pensábamos

El euskera tiene orígenes sorprendentes

Luis Calabor

Madrid - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

El euskera, esa lengua milenaria que ha fascinado a lingüistas e historiadores durante siglos, sigue guardando secretos sobre sus orígenes. Ahora, un revelador estudio del reconocido lingüista Francisco Villar Liébana, en su libro 'Indoeuropeos, íberos, vascos y sus parientes', apunta a que la cuna de esta lengua no estaría donde siempre hemos creído. Contra todo pronóstico, la investigación señala que el euskera no nació en Euskadi ni en Navarra, sino en otra región de Europa.

Durante décadas, la teoría predominante situaba el origen del euskera en el territorio que hoy ocupan el País Vasco y Navarra. Sin embargo, Villar, catedrático de la Universidad de Salamanca y autor del libro Indoeuropeos, iberos, vascos y sus parientes, ha analizado minuciosamente la toponimia antigua y los registros históricos para llegar a una conclusión sorprendente: el euskera llegó a la península ibérica desde Aquitania, no al revés.

El euskera habría nacido en la región de Aquitania

El euskera habría nacido en la región de Aquitania

El misterio de los orígenes del euskera: ¿AQUITANIA?

"Ni la hidronimia, ni la onomástica personal, ni la historia medieval avalan que el euskera fuera la lengua original del País Vasco y Navarra", afirma Villar en su estudio. De hecho, los primeros testimonios claros de lenguas vascoides aparecen en Aquitania, donde se han encontrado numerosos nombres personales de raíz euskérica en inscripciones romanas.

La investigación de Villar se basa en varios hallazgos clave:

  1. Testimonios romanos: Mientras en Aquitania hay abundantes nombres vascoides registrados desde el siglo I, en el actual País Vasco apenas hay dos topónimos de posible origen euskérico en esa misma época.
  2. Hidronimia: Los nombres de ríos en Euskadi y Navarra durante la época romana son mayoritariamente de origen indoeuropeo, no vasco.
  3. Expansión medieval: El estudio sugiere que el euskera se expandió hacia el sur desde Aquitania durante la Edad Media, no en tiempos prehistóricos como se creía.

Muchos nombres del euskera vendrían de fuera

Como señala el estudio, en el actual País Vasco español apenas encontramos dos topónimos euskéricos en época romana, pero Aquitania ofrece un tesoro lingüístico. Para empezar, hay más de 400 nombres personales de clara raíz vasca en la región, lo que incluye inscripciones como "Herauscorritsehe" (equivalente al euskera moderno "herauts gorri txe") o teónimos como "Ilunno" (relacionado con "ilun", oscuro en euskera).

"El euskera se extendió por Euskal Herria desde Aquitania en épocas posteriores al Imperio Romano", señala Villar. Esta migración lingüística explicaría por qué la toponimia antigua vasca es escasa en España pero abundante en Francia. "Estas coincidencias afectan a elementos gramaticales básicos", destaca Villar. "No son préstamos, sino indicios de un parentesco lingüístico".

El euskera se extendió por Euskal Herria desde Aquitania tras el Imperio Romano"

Francisco Villar Liébana

Autor de 'Indoeuropeos, íberos, vascos y sus parientes'

El parentesco con el íbero: una conexión oriental

Uno de los aspectos más fascinantes de la investigación es la relación que establece entre el euskera y el antiguo íbero. Villar propone que ambas lenguas pertenecerían a una misma familia lingüística que denomina "eusko-ibérica", posiblemente vinculada a la cultura de la cerámica cardial que llegó del Mediterráneo oriental hace unos 9.000 años.

"Las coincidencias entre el euskera y el íbero son demasiado numerosas como para ser simples préstamos", explica Villar. "Hablamos de elementos gramaticales básicos y numerales, lo que sugiere un origen común".

Este estudio habla de relación entre el euskera y el íbero

Este descubrimiento obliga a replantear muchas ideas establecidas:

  • El euskera no sería la lengua más antigua de Europa, sino que llegó después que algunas lenguas indoeuropeas.
  • La expansión del euskera por el País Vasco y Navarra sería un fenómeno relativamente reciente (en términos históricos).
  • Aquitania recupera su papel central en la historia lingüística de Europa.

Curiosamente, los estudios genéticos más recientes parecen respaldar esta teoría lingüística. Investigaciones del Instituto Max Planck han demostrado que los aquitanos medievales compartían marcadores genéticos con los actuales vascos, lo que refuerza la idea de un origen común en esa región. Lo que nadie quitará que sea una lengua muy interesante de estudiar, cuyo origen sigue siendo fascinante.

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