La moneda vasca que reemplaza al euro y que solo se puede usar en el País Vasco: más de 4 millones
Esta iniciativa propone cuidar el comercio local y hace que puedas pagar en cualquier establecimiento con esta moneda

Esta es la moneda en circulación que solo existe en el País Vasco
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El País Vasco es una tierra con identidad propia. Con su idioma milenario, el euskera, y una cultura profundamente arraigada en lo local, la región no deja de sorprender con iniciativas innovadoras que refuerzan su autonomía cultural y económica. Una de las más llamativas —y que está captando cada vez más atención en Europa— es el Eusko, una moneda local que ya ha sustituido parcialmente al euro en el día a día de miles de personas en la zona vascofrancesa, y que ahora busca expandirse hacia todo el territorio convencional vasco.
Sí, has leído bien: una moneda diferente al euro, en pleno siglo XXI, y completamente legal. ¿Cómo funciona? ¿Para qué sirve? ¿Y por qué cada vez más gente apuesta por ella?

El eusko, moneda "local" del País Vasco
QUÉ ES EL EUSKO Y POR QUÉ EXISTE
Lanzado en 2013 en Iparralde (el País Vasco francés), el Eusko es una moneda local que solo se puede utilizar dentro de la región. No es un capricho ni una curiosidad: es una apuesta seria por fomentar la economía local, los circuitos cortos y el comercio de proximidad.
Se presenta en billetes de 1, 2, 5, 10 y 20 eusko (equivalentes al euro) y ya circulan cerca de cuatro millones de eusko entre más de 4.000 usuarios, incluidos particulares, comercios, empresas y asociaciones. Su objetivo es claro: mantener el dinero dentro del territorio vasco, reforzar la soberanía económica y apoyar a los pequeños negocios frente a las grandes superficies.
Lo que hace realmente especial al Eusko no es solo que sea una moneda local. Es su filosofía. Esta iniciativa promueve:
- La transición ecológica, priorizando productos de kilómetro cero.
- La agricultura campesina, que recibe un impulso directo al formar parte del circuito eusko.
- El uso y la visibilidad del euskera, ya que muchos comercios que aceptan la moneda muestran señales bilingües o el distintivo "Euskaraz" para animar a hablar en euskera.
- La economía social y solidaria, con proyectos que refuerzan los lazos comunitarios.

Se trata de la moneda local más utilizada en Europa
Consumir localmente es importante, pero pagar en Eusko es una declaración de intenciones: apoyo a lo propio, al territorio, a una forma de vida, según señalan sus creadores.
¿EL EUSKO REEMPLAZA AL EURO?
Legalmente, el Eusko no reemplaza al euro, pero sí lo hace en la práctica en muchos aspectos cotidianos. Comprar pan, pagar en una librería, consumir en un restaurante o incluso hacer la compra semanal: todo eso puede hacerse con Eusko, siempre que el establecimiento lo acepte. Y cada vez son más.
Además, su uso no está sujeto a intereses ni especulación financiera, lo que garantiza que el dinero no se acumule, sino que circule constantemente entre consumidores, comerciantes y productores locales.
El eusko no reemplaza al euro, pero los que lo usan pueden pagar todo con esta moneda

Esta alternativa al Euro en Euskadi es totalmente legal
LA INTENCIÓN: QUE ESTÉ EN TODO EL PAÍS VASCO
El pasado mes de febrero, Baigorri (en Baja Navarra) acogió un encuentro con agentes institucionales y sociales de todo el País Vasco, que se reunieron para planificar la expansión del Eusko a Navarra y Gipuzkoa, con el objetivo de crear la primera moneda social transfronteriza de Europa. Si se logra, el Eusko no solo sería una rareza local, sino un referente a nivel continental en innovación económica con enfoque social y ecológico.
En 2026, se realizarán dos pruebas piloto: una en la zona rural de Baztan (Navarra) y otra en la urbana Oarsoaldea (Gipuzkoa), involucrando ayuntamientos, comercios, empresas y universidades como Mondragon Unibertsitatea, la de Pau y la de Baiona. El experimento podría sentar las bases para que el Eusko se use en toda Euskal Herria.

Los billetes de eusko recogen puntos icónicos de Euskadi
La experiencia del Eusko demuestra que es posible imaginar formas distintas de consumir, de producir y de relacionarse económicamente. Su éxito en el País Vasco francés y el interés creciente en extenderlo a otros territorios vascos apuntan a una realidad muy clara: la gente quiere tener más control sobre su economía y apostar por lo local. Y, además, añade otra rareza a una región ya de por sí encantadora, como es Euskadi .