Beatriz Pérez Otín cuenta la increíble historia de un panadero que se reconvirtió al éxito: “Sí es posible”

“El único modo de lograr lo imposible, es convenciéndote de que sí es posible”. Esta frase de la película “Alicia a través del espejo” me viene como anillo al dedo para contarte la historia de carne y hueso del panadero Juan Manuel Moreno.

Ante el posible cierre de su negocio en estos tiempos difíciles de la panadería industrial y express, Juan Manuel decidió revisar su modelo de negocio. Y donde otros vieron locura, él vio una oportunidad e ignoró ese ruido de fondo y salió de la zona de confort. Apostó por la panadería tradicional. Pero claro, cómo no daba mucho de sí en Algatocín, un pueblo de apenas 800 habitantes, se buscó las formas- aparentemente más locas - de conseguir clientes VIP. De esta manera nació el pan más caro del mundo al que ha bautizado como “El luto del pan industrial”.

Juan Manuel hornea hogazas que valen casi 1.500 euros… Te preguntarás ¿Y qué tienen de especial estos panes? Y no solo eso… ¿Quién está dispuesto a pagar ese pastizal? Pues además de una materia prima de primera calidad y excepcional llevan un ingrediente secreto e inusual que no está al alcance de muchos: copos o polvo de oro o plata.

Con esta creación, que nació en enero de 2020 ha conseguido que su negocio no cierre, y es más, Juan Manuel asegura que han aumentado notablemente sus ingresos en tiempos de pandemia. Sus clientes son árabes, rusos y chinos que se pirran por lo exclusivo y este pan, sin lugar a dudas lo es. Durante el 2020 ha horneado 96 hogazas doradas y gracias a esta idea, para algunos insensata, ha dado trabajo a 11 personas y ha conseguido que este negocio, con una antigüedad de 81 años, no cierre.

Como ves, en este caso salirse del camino trazado, es la única manera de poder seguir caminando. ¡Enhorabuena a Juan Manuel por ello!