Así están viviendo los capellanes de los hospitales la epidemia del coronavirus
Gerardo Dueñas es subdelegado de la Pastoral de la Salud y también capellán de hospital, cuenta cómo están viviendo esta situación
Publicado el - Actualizado
2 min lectura
El coronavirus está sacando a la luz a muchos héroes de los que normalmente nos olvidamos. Médicos, enfermeros, psicólogos... y también los capellanes que atienden espiritualmente a los pacientes en los hospitales. Gerardo Dueñas es subdelegado de la Pastoral de la Salud de la Archidiócesis de Madrid y además capellán de hospital. Él sabe bien por lo que están pasando los sacerdotes en MAdrid.
Dice que "los capellanes están trabajando bien" aunque haya "una sensación general de preocupación lógica. Se está viviendo en los hospitales mucha tensión. Pero nosotros estamos haciendo en el fondo lo que siempre hacemos, que es acompañar a los enfermos y a quienes les cuidan". Su labor sigue siendo la misma "recordar al personal sanitario que estamos aquí y que les estamos apoyando. Se está trabajndo con cierta normalidad dentro de lo anromal de esta situación".
Las palabras clave para Dueñas son "tranquilidad y obediencia. Los capellanes que están en hospitales generales están acostumbrados a tratar con pacientes que tienen enfermedades contagiosas. No es una cosa tan exótica como para la población en general". Eso sí "hay que extremar la precaución y ser obedientes, y hacer caso a lo que nos dicen las autoridades sanitarias".
Pero de todos estos momentos que están viviendo saca una gran lección: "Dios se sigue haciendo presente". Esa es gran parte de nuestra fe "la esperanza a pesar del mal, y que la vida y la resurrección tienen poder sobre el mal y la muerte. No somos héroes, estamos trabajando igual que el resto del personal del hospital, intentando hacer lo que siempre hemos hecho: acompañar y cuidar".
"La creatividad de la caridad se está haciendo presente en la Iglesia", explica Gerardo Dueñas. Se preocupan, en esta situación excepcional, de "acompañar y atender a la gente de otra manera. Hay que estar presentes y recordando muchas veces, simplemente con nuestra presencia, que Jesús está en la cruz. Dios está sufriendo por los que están padeciendo la enfermedad y trabajando con los que están sacrificando sus vidas por los demás. Dios no nos deja solos".