En 'El Espejo'

P. Félix Martínez, T. C.: "Hay experiencias bonitas de muchachos que sí que salen de esta situación difícil"

El capellán de los Centros de Menores de la Comunidad de Madrid nos habla de su trabajo con los internos

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P. Félix Martínez, T. C.: "Hay experiencias bonitas de muchachos que sí que salen de esta situación difícil"

Redacción Religión

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La Congregación de Religiosos Terciarios Capuchinos de Nuestra Señora de los Dolores, conocidos comolos amigonianos debido a su fundador, Mons. Luis Amigó, O. F. M. Cap., tienen como carisma principal atender a menores con problemas. Por esoel cardenal Carlos Osoro, arzobispo de Madrid, les ha encargado la atención pastoral de losmenores infractores –con medidas judiciales– de los centros El Lavadero y El Laurel,gestionados por la Comunidad de Madrid. El capellán de estos centros es el P. Félix Martínez, T. C., que hoy en 'El Espejo' ha explicado la labor que realiza con los menores.

A pesar de esa imagen hosca que la sociedad tiene sobre estos jóvenes, muchas veces lo que buscan es la misericordia. "El principal impacto es cuando me encuentro con ellos, cuando me lo solicitan, para acercarse al sacramento de la misericordia, lo que yo llamo 'la fiesta del perdón'. Están deseosos de encontrarse con este Dios misericordioso y me piden que les ayude. La ayuda que yo les puedo proporcionar es que se abran a ese encuentro con Jesús de Nazaret y enseñarles a utilizar herramientas preventivas que les ayuden a regular y gestionar las conductas disruptivas", explica el padre Félix.

Son chicos que dan problemas porque tienen problemas, y el religioso amigoniano nos ha contado cuáles son los principales problemas que llevan en la mochila: "Son chicos que han delinquido y que el juez ha decidido sacarles de la sociedad, del ambiente familiar, y encuentras en ellos muchas carencias porque han vivido muchas veces en el seno de familias desestructuradas. Pero me encuentro también a algunos que viven en familias bastante estructuradas pero que, en medio de esa situación, han vivido con unas carencias afectivas, emocionales, educativas... Y esto hace que ellos en la sociedad se presenten desde una dimensión desestructurada, disruptiva.

"Estos chicos han tenido la mala suerte de nacer en esas familias. Me encuentro con chicos que me dicen: 'mira, es que mis padres están en la cárcel', 'es que en mi familia hay un ambiente de droga bastante fuerte'... Muchas veces digo que, si a nosotros nos hubiese tocado vivir en estas familias, y hubiésemos tenido las carencias que ellos han tenido, no sé dónde estaríamos ahora. Por eso, a nivel social, más que fijarnos en las carencias que tienen, a veces criminalizamos a estos menores", ha señalado el P. Félix.

El capellán de los centros de menores de la Comunidad de Madrid también ha contado cómo trabaja en el día a día con los menores infractores: "Me encuentro con chicos que han tenido un proceso de vivencia en la fe y otros no. Por eso, a mí me gusta seguir esta programación desde el Anuncio: el Primer Anuncio, el Segundo Anuncio y el Tercer Anuncio. En el Primer Anuncio, que realizo con las dificultades propias de un centro cerrado, me gustaría que me conociesen desde la ocupación del tiempo libre, que me vean que soy un sacerdote que me acerco a ellos, desde una dimensión empática, una imagen de ayuda".

"El Segundo Anuncio lo realizo los viernes por la tarde, cuando voy a estos centros. Normalmente estoy una hora en cada uno. Me traen a los chicos a una sala y yo estoy con ellos. Si no me piden confesión, intento realizar una actividad grupal que fundamento principalmente en el Evangelio del domingo. Me apoyo en vídeos, en canciones... y reflexionamos sobre el mensaje que Jesús nos ofrece en el Evangelio de ese domingo. Después, hay chicos que me piden que les de la comunión y, entonces, hacemos una pequeña oración, rezamos el padrenuestro, les introduzco en la dinámica de recibir la comunión y se la doy. Y también me apoyo en actividades más llamativas para ellos, como unas cartas litúrgicas a las que jugamos; en el trivial, hacen dos equipos, yo les lanzo preguntas básicas sobre el hecho religioso, ellos responden, si fallan hay rebote... Intento acercarles la figura de Jesús", relata el padre Félix.

"Y en el Tercer Anuncio, en el que preparamos los sacramentos con quienes pidan poder vivir y celebrar sacramentos como el Bautismo, la Primera Comunión y la Confirmación. Esa es la dinámica de mi intervención pastoral", explica el religioso amigoniano.

El padre Félix contradice a aquellos que piensan que la última palabra sobre la vida de estos chicos ya está dicha: "Llevo ya muchos años trabajando con menores y he tenido experiencias muy bonitas. Ellos intentan esforzarse por un cambio. Unas veces lo consiguen y, otras veces, no. Siempre hay un porcentaje de chicos abiertos a esta transformación y nosotros, como sociedad, tenemos que estar abiertos a ayudarles. Y yo, como capellán de estos centros, también tengo esta intención. Hay experiencias bonitas de muchachos que sí que salen de esta situación difícil que les toca vivir".

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