Así ha vivido este hospital de cuidados paleativos la pandemia: "a riesgo de la propia vida"

En el primer programa de El Espejo de este mes de agosto nos hemos trasladado a través de Gema Moreno al Centro de San Camilo. Gema es responsable de comunicación de esta residencia y centro de cuidados paliativos que ha sufrido los estragos de la pandemia del coronavirus.

Tales han sido las experiencias vividas que no ha dudado en coger bolígrafo y papel y plasmarlo en el libro titulado 'Crónica de San Camilo. Nuestra residencia en tiempos de pandemia'. Gema es una de sus autoras y contaba a los micrófonos de COPE que les resultó complicado cerrar las puertas del Centro, porque dice “siempre hemos tenido una filosofía de puertas abiertas en la que todos somos una gran familia”. Aún así, siguieron siempre estrictamente las medidas sanitarias que iba imponiendo el Gobierno.

Su reacción al llegar el confinamiento no fue salir corriendo. Todo el personal de la casa siguió al pie el lema camiliano, en honor al nombre del centro San Camilo, pues este santo es el patrón de lso enfermos. No dudaron en seguir sus pasos y “de cuidar al enfermos aún a riesgo de la propia vida”.

Gema Moreno cuenta que nadie se fue, que todos estaban ahí, “enseñando a cuidar, cuidando al más vulnerable como una madre cuida a su hijo enfermo”.

El miedo estuvo presente cuando llegaron los primeros contagios, pues empezaron las primeras bajas y dice mermó el personal. En ese momento, Gema se dio cuenta de que ahí, en ese preciso momento hay que hace un mayor esfuerzo para seguir cuidando.

La responsable de comunicación de esta residencia destaca de forma positiva la realización de este libro escrito junto a José Carlos Bermejo y Marta Villacieros, la liberación que han sentidos muchos compañeros al hablar sobre lo ocurrido. Todos ellos, voluntariamente “han abierto su corazón” para compartir cómo han vivido los idas más oscuros de esta pandemia. Y dice “el miedo es un ingrediente que todos han citado”.

Sobre el papel que ha jugado la fe, cuenta que ha sido uno de las anclas a las que aferrarse. La espiritualidad les ha ayudado para seguir adelante.

Para Gema y sus compañeros abrir el corazón es muy difícil y afirma que hay compañeros que no se atreven a hablar de esto, “no lo han superado”.