Madrid - Publicado el - Actualizado
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El 8 de marzo de 2014, 239 personas desaparecieron. Han pasado tres años y se sigue sin saber qué le sucedió al vuelo 370 de Malaysia Airlines. Ghyslain Wattrelos perdió a su mujer y a dos de sus hijos. Lo dejó todo para encontrar la verdad.
Ghyslain Wattrelos perdió hace tres años a su mujer y a dos de sus tres hijos, de 13 y 17 años. Un incansable padre de familia que dejó su trabajo como ejecutivo en una multinacional francesa para encontrar la verdad. Por él y por su hijo de 23 años que también busca respuestas. Aquella fatídica noche, el vuelo perdió la comunicación dos horas después de despegar de Kuala Limpur camino de Pekín, sin embargo unos satélites británicos detectaron ciertas señales que determinaron después el perímetro de búsqueda cerca de las costas australianas. El boeing había cambiado su ruta y siguió viajando durante siete horas en sentido contrario. Se han rastreado 120 mil kilómetros, pero los pocos restos que han sido atribuidos al avión fueron encontrados en la costa de África, movidos por las corrientes marinas. Éstos reforzaron la hipótesis de que el aparato cayó al mar cuando agotó su combustible. Eso sí, gran parte de los expertos plantean que lo que le sucediera al avión fue algo deliberado. Pero... ¿quién y por qué? Aunque oficialmente se desconoce lo que ha sucedido, el que fuera primer ministro de Malasia entonces (Mahathir Mohamad) aseguró que Estados Unidos pudo estar implicado tomando el control del avión a distancia al sospechar de un secuestro. Lo que sí denuncian las familias es la falta de cooperación entre países.Las familias afectadas se mantienen en contacto permanente. A veces le llegan mensajes de desconocidos que aseguran tener información confidencial pero sabe que no puede confiar en esos contactos. La falta de noticias no le hace desistir en su necesidad de encontrar un avión que, según él, fue abatido. Poco a poco ha perdido la esperanza de que su familia esté viva. Ghyslain Wattrelos y su familia viajaban a Pekín, pero en dos vuelos diferentes. El padre, por un asunto de trabajo, volaba en otro avión. Aún recuerda cómo le comunicaron la noticia de la desaparición de su familia. La investigación continúa abierta aunque el pasado enero se suspendió la búsqueda. Wattrelos mantiene un sentimiento de frustración y tristeza porque tres años después, su mujer y sus dos hijos siguen en paradero desconocido. Ghyslain seguirá luchando por encontrar la verdad.