Iafi, judía en la frontera de Gaza, entre lágrimas en COPE: "Esto lo derrumba todo, pero no nos ganarán"

Vive en un kibutz, una de las comunidades judías cerca a la franja de Gaza, y contaba en 'Fin de Semana' el horror que están viviendo en las últimas horas

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Iafi, en la frontera de Gaza, entre lágrimas en COPE: "Esto lo derrumba todo, pero no ganarán"

Ana Rumí

Publicado el - Actualizado

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24 horas son las que han pasado desde que comenzasen los ataques en Israel por parte de Hamás, que se ha saldado con más de 300 israelís muertos, más de 3000 heridos, y más de 200 heridos en la franja de Gaza. Desde ahí llegaban los primeros ataques y ahí es donde nos vamos en Fin de Semana, donde viven momentos tensos desde la madrugada del sábado.

Especialmente, los judíos que viven cerca de la frontera, a quienes miembros de Hamás han tomado como rehenes. Iafi Shpirer es judía, vive en Nitzanim, cerca de la frontera de Gaza en un kibutz, comunidad agrícola israelí. Atiende a la llamada de Fin de Semana y asegura sentir mucho miedo.

"Soy terapeuta y mi especialidad es trauma y desastre, pero cuando llega a tu casa pierdes las herramientas. En el kibutz en el que yo vivo no está pegado a la frontera, pero tengo un hijo que vive pegado a la frontera y familias muy cercanas que todavía no han podido rescatar" decía emocionada.

Sabe, gracias a los medios de comunicación y aplicaciones, dónde están siendo los ataques, aunque no deja de sentir un miedo profundo.

Las lágrimas ante lo que están viviendo

Iafi contaba que no sabe a ciencia cierta todo lo que está pasando, porque ve en redes sociales mucha desinformación, pero sí es testigo de cómo en muchos kibutz están tomando rehenes los terroristas. "Se trata de evacuar de forma organizada a toda la gente en los cuales se puede entrar y rescatar a la gente, no en todas se puede entrar, pero el ejército ha limpiado y está seguro que no hay terroristas, el movimiento evacúa a la gente de forma organizada del centro o del norte. Hay muchos rehenes y familias, niños, adolescentes, están como rehenes y que no sabemos qué va a pasar con todos ellos" decía.

Es entonces cuando ha desatado sus lágrimas, ante la impotencia de no poder hacer nada ante la situación y sin saber dónde está parte de su familia ni cuánto tiempo puede durar este conflicto. "Mucha gente trabaja para la paz, y esto derrumba todo, desgraciadamente están atacados el interés de fomentar la paz pero la paz va a llegar, no nos van a ganar" sentenciaba.

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