El borrado del caso de los ERE por parte del TC y el plan de regeneración democrática, entre las claves de hoy

El borrado del caso de los ERE por parte del Constitucional

Un amparo que en su columna de ABC, Ignacio Camacho, califica de apariencia de parcialidad, aunque ni este capotazo a Griñán y a Chaves puede borrar el fraude. Aconseja al PSOE andaluz evitar los homenajes a los exonerados. “Un poco de avergüenza, dice Camacho, nunca le viene mal a nadie”.

Ya en páginas interiores leemos que la disciplina de voto de esa mayoría progresista del Constitucional liquida el caso ERE en su vertiente política al eximir a Griñán de prevaricar y rebajando los años de inhabilitación en el caso de Chaves y ayuda, dice ABC, al gobierno que se libra de del desgaste de tener que indultarlo antes de pisar la cárcel.

El borrado final del caso ERE, titula El Mundo, con una foto de los expresidentes andaluces durante el juicio de este caso y apunta a que este amparo les blinda a ellos y a los exaltos cargos a los que también ha dado la razón, cara a las piezas que aún quedan por enjuiciar. Se van a librar de volver a sentarse en el banquillo. En su editorial, este periódico habla de una impunidad que deja la credibilidad del Constitucional herida de muerte porque no hay precedentes de semejante invasión de las competencias del Supremo.

El País opta en su titular por un verbo más suave que liquidar o desbaratar y titula que el Constitucional anula las condenas a Griñan y Chaves, y destaca también las declaraciones de este último tras conocer el fallo: “Vinieron a por nosotros y todo ha quedado desmontado”.

Por último, en La Razón recuerdan que el Supremo condenó a Griñan por permitir gravísimas ilegalidades que conocía que se estaban produciendo y que ahora el TC desbarata.

Sánchez presenta su plan de regeneración democrática

Casi todos los periódicos coinciden en un término, seguramente trasladado ayer por fuentes del gobierno ante la comparecencia de hoy de Sánchez. Esqueleto.

Lo usa La Razón, donde leemos que lo que va a decir hoy el presidente (salvo el habitual anuncio de calado) es un dibujo general de prioridades que sirva para abrir un debate y negociar ese plan con el resto de grupos parlamentarios, con los que tiene avanzado revisar delitos de injurias y calumnias, pero nada de derogar la ley mordaza como se apresuró Yolanda Díaz a avanzar ayer en Bruselas. No solo la tuvo que corregir el gobierno, escribe este diario. También su propio partido.

Sobre este plan escribe nuestra compañera Cristina López Schlichting. Aconseja acudir al máster de Begoña Gómez para saber lo que se puede decir o no en los medios y asegura que algunas medidas de este gobierno parecen salidas del salón de Moncloa en vez de del Consejo de Ministros.

También usa la palabra esqueleto el diario El Mundo... Leemos que no hay nada pactado, redactado o cerrado y lo hoy será, escriben, una hoja de ruta, una especie de respuesta política para calmar a los socios hasta después del verano. Un plan que para el PP, vemos también en este periódico, es como una alfombra para la corrupción.

El País, algo poco habitual, tampoco desvela mucho de lo de hoy. En este caso usa la palabra esbozo para explicar que lo que hará Pedro Sánchez hoy es trazar unas líneas generales de ese plan contra los bulos basado en la ley europea como guía.

Y en ABC hablan de mucho ruido y pocos anuncios ante la comparecencia de esta mañana. Destacan la cesión del presidente a sus socios para despenalizar también el delito de injurias contra la Corona y otras instituciones. Escribe sobre esto Teodoro León Gross que la consagración del sanchismo sería un país donde se pueda injuriar al Rey, pero no a Begoña Gómez.