La lección de Lucho, un joven con parálisis cerebral: sorprende por el trabajo que hace con otras personas con discapacidad

Esto de hoy es una sucesión de milagros. Uno detrás de otro.

Verán: Luis Alberto Miranda, el Lucho Miranda, es un humorista chileno. Nació con parálisis cerebral porque estuvo ocho minutos sin oxígeno en el parto. Es economista, fue atleta paralímpico, le encanta correr y jugar al fútbol. Pero lo que más le gusta es ser humorista. ¿Y de quiénes se hace rodear en sus espectáculos? ¿Quiénes van a verle? Gente con discapacidad.

Siempre, entre el público, hay alguien con problemas. Siempre habla con ellos. Siempre pregunta hasta el final de esos problemas y siempre hace bromas. Bromea con ese público con discapacidades diferentes y lo más hermoso de todo es escuchar sus risas.

Hay poco que decir en esta historia. Apenas que, lo que sucede, es absolutamente revolucionario.

Y se preguntarán Vds cómo es posible reírse de tanta desgracia.

Pues porque es, sobre todo, una sucesión de milagros. Uno detrás de otro.

 La contundente reivindicación de Constanza Orbaiz, joven con parálisis cerebral, en uno de sus últimos discursos: "Yo ya estoy curada"

En otro momento dado, María José Navarro nos habló sobre otra gran luchadora. Es Constanza Orbaiz le pasa casi todos los días. 

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Ella es licenciada en psicopedagogía y acompaña a muchas familias en un camino difícil y que merece la pena entender. Y Constanza lo sabe. Porque casi todos los días y con la mejor voluntad, tiene que responder a gente que se le acerca y le desea que se cure.

“Es que yo ya estoy curada”

Hace más de diez años que se dedica a acompañar a familias con hijos con discapacidad cerebral y con dificultades de aprendizaje. Constanza lo hace con dedicación y con todo lo que le aporta su propia experiencia. 

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Ha cambiado mucho la percepción que el resto tenemos de esa condición, pero, escuchando a Constanza, tan contundente y certera desde su infinita dulzura, aquí parece que la parálisis la padecemos los demás.