Un camión pierde una diminuta cápsula radioactiva considerada un peligro para la salud
A pesar de su minúscula apariencia, este material tóxico que contiene Cesio-137 puede causar enfermedades muy graves debido a su radiación
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Las autoridades de Australia han tardado casi dos semanas en darse cuenta de que un camión había perdido una frágil cápsula radioactiva.Y su tamaño complicaba todavía más su búsqueda: el objeto era más pequeño que una moneda de un céntimo. Esta "pieza" había desaparecido el pasado mes de enero, entre el 10 y el 16 concretamente, cuando era transportada hacia el oeste del país -desde una mina de la empresa Río Tinto a la ciudad de Perth-, lo que llevó a la declaración de una alerta sanitaria en un radio de cientos de kilómetros. Eso sí, la pérdida se notificó una semana después, el 25 de ese mismo mes.
Y es que, al parecer, esta cápsula radioactiva contiene Cesio-137, un isótopo radioactivo para el cuerpo humano que es utilizado normalmente en medidores y emite una radiación equivalente a 10 rayos X por hora. Se trata de un producto muy utilizado en el sector del gas y la minería para medir la densidad de los materiales. Pero, hay que prestar mucha atención porque, a pesar de su minúscula apariencia, puede causar una enfermedad aguda por radiación, muy grave para la salud de las personas, además de quemaduras y tener otros riesgos a largo plazo como el cáncer. Cabe destacar que durante la búsqueda, las autoridades pidieron a los residentes de la zona que se mantuvieran a una distancia mínima de cinco metros si encontraban el material tóxico, por lo que podría suceder.
"Aquí está la cápsula radioactiva en cuestión, que fue encontrada a 74 km al sur de Newman, a las 11 de la mañana de hoy. La cápsula tiene un número de serie, que se ha utilizado para verificar que este es el objeto, que ha sido el centro de nuestra búsqueda durante la última semana", anunciaba el departamento de bomberos y servicios de emergencia del Gobierno de Australia Occidental, durante la mañana del miércoles 1 de febrero.
"Es un buen resultado. Si tenemos en cuenta el alcance de la zona de búsqueda, localizar este objeto ha sido un reto monumental. Han encontrado literalmente una aguja en un pajar", declaraba ante la prensa el ministro de Servicios de Emergencia de Australia Occidental, Stephen Dawson, tras haber descubierto el material tóxico.
Al final, la cápsula ha sido localizada gracias a un vehículo equipado con detectores de radioactividad. Acto seguido, se instaló una zona de exclusión de 20 metros de diámetro. Durante 6 días rehicieron la ruta por GPS y las paradas que hizo el conductor. Un viaje más largo que ir de Madrid a París, por ejemplo. En total más de 1.300 kilómetros. Pero, al final, los equipos de búsqueda -literalmente-, han encontrado la aguja en el pajar, es decir, el minúsculo elemento. Ahora, el Gobierno revisará las leyes que sancionan el mal manejo de material radiactivo, mientras investiga cómo se perdió la diminuta cápsula radioactiva. Por el momento, este objeto se colocará en un contenedor de plomo para ser trasladado durante este jueves a la capital del Estado.