"Azaña dio luz verde": el plan secreto de la II República para vender Baleares y Canarias a Hitler y Mussolini
El periodista Manuel Aguilera presenta 'El oro de Mussolini. Cómo la república planeó vender parte de España al Fascismo'
Madrid - Publicado el - Actualizado
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En 1937, tan solo un año después de que comenzase la Guerra Civil Española, nuestro país estaba en el punto de mira. El Gobierno de la República activaba la operación Schulmeister. ¿El objetivo? Conseguir la retirada de la ayuda de Adolf Hitler y Benito Mussolini al bando nacional. Para ello se planteó la renuncia de territorios como Baleares, Canarias o el territorio español en Marruecos. Como el premio era de gran envergadura, las distintas potencias desplegaron una estrategia diplomática que incluía varios elementos como espías, empresas pantalla o testaferros.
Todo esto lo ha ido descubriendo el periodista Manuel Aguilera durante la investigación que ha hecho a lo largo de quince años y que ve sus frutos en 'El oro de Mussolini. Cómo la república planeó vender parte de España al Fascismo', su nuevo libro del que ha hablado esta mañana en 'Herrera en COPE'. En el manuscrito, el doctor en Historia reconstruye el encuentro entre un espía de Mussolini y José Chapiro, un confidente al servicio de la República. Un encuentro que Aguilera define como “muy novelesco. Yo lo encontré en la Universidad de Stanford, en Estados Unidos, y hay unas actas de la reunión de unas veinte páginas y, cuando las lees, parece que estás leyendo una novela”. No solo eso, el también investigador de la Guerra Civil Española confirma que son unos documentos que están “muy detallados: dónde fue el encuentro, cómo fue la conversación... Y, la verdad es que es muy jugosa”.
De hecho, ese informe da tanto de sí que es la fuente principal que ha empleado Manuel Aguilera para su libro: “Sí. José Chapiro hizo su informe y se lo paso al embajador republicano en París que era Luis Araquistáin. Él hizo su propio informe que se lo paso a Largo Caballero. Y ahí está toda la información”. Una información que, tal y como ha afirmado el doctor en Historia, no solo conocía Largo Caballero, sino que “la apoyaba junto con Azaña” y que ha servido para conocer algo más de la operación Schulmeisten, el secreto mejor guardado de la Segunda República.