Custodiada con siete llaves y con una posible reliquia de Jesús dentro: así podrás ver la corona de Carlos IV

Esta corona de la Corona de Bohemia es del siglo XIV y fue encargada por Carlos IV

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Custodiada con siete llaves y con una posible reliquia de Jesús dentro: así podrás ver la corona de Carlos IV

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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La República Checa celebra el 30 aniversario de su escisión pacífica de Eslovaquia. Ocurrió en enero de 1993. Y, para conmemorar esta efemérides, han abierto al público una sala de la Catedral de Praga, en la que guardan las joyas de la Corona de Bohemia. Pero estas joyas están llenas de misterios y leyenda.

La Corona de Bohemia está rodeada de muchas intrigas. Ayer, siete grandes personajes de la República Checa, el presidente, el primer ministro , los dos jefes de las cámaras del Parlamento, el alcalde de Praga, el arzobispo, acudieron a una sala secreta que está en la catedral de San Vito. Se necesitan siete llaves para abrir una sala blindada, detrás de la cual se esconden las joyas de la Corona.

No se ven de forma habitual. De hecho, solo se han expuesto nueve veces en el último siglo. Pero, ahora, con motivo del aniversario que celebran, lo podrán ver hasta el sábado. Entre las joyas, destaca una corona del siglo XIV que mandó hacer Carlos IV. Es una las cuatro coronas más antiguas de Europa y está hecha de oro, de 23 quilates, pesa dos kilos y medio, y tiene enquistadas unas de las gemas más grandes del mundo.

Además, la cruz que sobresale se supone que está hueca y hay una inscripción que dice que ahí está la espina de la corona de nuestro Señor y, se supone, que dentro hay una reliquia de la corona de Jesús. "Esta corona daba una gran legitimidad al Rey, dada la importancia de que la corona tuviese en su interior parte de la corona de Jesús de Nazaret", señala Javier Sierra en 'Herrera en COPE'. A día de hoy, todavía no se han atrevido a abrila para comprobar si realmente hay un espino.

También hay 19 zafiros, de Ceilán y Tailandia, porque había buena relación. Un rubí, 30 esmeraldas, 44 espinelas y 20 perlas. El valor de esa corona, además del histórico, es incaculable, siendo este el motivo por el que la tienen ahí guardada. La corona se guarda puesta sobre el cráneo de San Wenceslao.

Junto a la corona, se podrá ver el centro real, de oro, de 18 quilates, y 70 centímetros de largo, un kilo de peso de oro, con zafiros, perlas... Y un orbe real que es como una manzana de 800 gramos, también de oro, que tiene escenas en relieve muy meticulosas del Antiguo Testamento. También el manto de la coronación, el cinturón, una manivela, una estola...

Leyendas

En el siglo XIV, se dijo que esta corona no era propiedad del Rey, sino de la Iglesia. Hay una bula de Clemente VI, unos de los papas de Aviñón, que establece que el Rey puede pedirla prestada, pero la tiene que devolver antes de que salga el sol. En el caso de no hacerlo, es automáticamente excomulgado. Además, esta bula, también excomulga a quien empeñe o venda la corona. Cada vez que se saca para mostrar en un ceremonial, se tiene que pagar un alquiler de elevado precio.

Por otro lado, hay una leyenda que dice que si es un rey no legítimo, cae sobre él una maldición que dicta que morirá antes de un año. Si se ciñen la corona y no les corresponde, morirán. Esto sucedió en dos ocasiones durante la ocupación nazi de Checoslovaquia, el gobernador del III Reich se ciñó la corona en broma y, menos de un año despues, cayó en un atentado de la resitencia en mayo del 42.

Tiempo después, otro nazi, decidió esconder la corona después de la guerra en los subterráneos del castillo de Praga. Pidió a unos operarios que la enterrase y, luego, mandó matarlos para que nadie supiese donde se escondía la corona. Él intentó utilizar esa información para librarse de la muerte cuando le apresaron en la guerra, pero los operarios americanos la encontraron y lo fusilaron.

Herrera en COPE

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