“Nos retuvieron por la noche, tras hacer el programa”: Expósito relata a Herrera lo que ocurrió en Marruecos

Mohamed VI se dejaba ver este martes, por segunda vez tras el terremoto del viernes. Lo hacía visitando a algunos de los heridos. El monarca habló con varios heridos ingresados, conversó con su personal sanitario e inspeccionó algunas de sus unidades, antes de donar sangre para las víctimas del terremoto que azotó las montañas del sur de esa ciudad causando 2.901 muertos y 5.530 heridos, según el último balance oficial.

El pasado sábado, el rey mostraba su agradecimiento a los "países hermanos y amigos" que habían expresado su solidaridad tras el terremoto". Sin embargo, Rabat ha rechazado la ayuda de varios países entre ellos de Francia. Apelaba a cuestiones logísticas, pero pocos dudan a estas alturas de un trasfondo político de mayor calado. "Mohamed VI está enfadado con los franceses, aunque luego se vaya de vacaciones con los amigos a París", apuntaba Ángel Expósito este martes desde Marruecos.

"Marruecos quiere que reconozca en Sáhara como ha hecho España o EEUU y piensa que Francia, el socio histórico habitual, le está traicionando", añadía el comunicador.

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La sucesión como telón de fondo

Este miércoles, Expósito recién llegado de Marruecos ha puesto sobre la mesa otro problema que sobrevuela el reinado de Mohamed VI. "El espectáculo de sus vacaciones, los tratamientos médicos en París, sus amigos, sus palacios, su separación, todo eso ya se da por descontado, el tema es la sucesión en la Corona del Reino de Marruecos, que es el auténtico telón de fondo de todo".

Una lucha por la sucesión "que disputa el heredero, el hijo de Mohamed VI el nieto de Hassan, el príncipe Mulay Hasán y el hermano del propio rey, Moulay Rachid. Eso es lo que hay en juego". Es decir , "entre tío y sobrino anda el juego".

"Nos retuvieron"

Ángel Expósito ha querido enviar un 'saludo' a los 'policías secretas marroquíes', "que nos retuvieron la noche del pasado lunes tras hacer el programa". "Muy amables, nos fotografiaron los pasaportes, los carnés de prensa y nos despidieron con una sonrisita, algo así como 'cuidadito chavales, no paséis'. "Así de amable es el régimen", ha concluido el comunicador.