Mario Alonso Puig advierte de la señal a la que tienes que estar atento para saber si tienes una adicción al alcohol: "Mucho cuidado"
En 'Reflexionando con Mario Alonso Puig', el doctor nos advierte sobre los peligros de consumir alcohol de manera indiscriminada
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Las Navidades son una época llena de celebraciones, ya sea con la familia, con los amigos o con los compañeros de trabajo. Para los españoles, cualquier excusa es buena para reunirse, pero en estos días todavía más.
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Sin embargo, un invitado a todos los festejos es el alcohol. Ya sea en forma de cerveza, vino, sidra, champán o combinados, no faltan en las mesas las jarras, las copas o los vasos de tubo.
Todos los viernes en 'Herrera en COPE', Alberto Herrera reflexiona con el doctor Mario Alonso Puig sobre diversos temas centrados en nuestro cuerpo y nuestra mente. En este caso, y con la cabeza puesta en estas fechas, es importante conocer más sobre el alcohol y su efecto en nuestro cuerpo y en nuestra vida.
¿Por qué bebemos alcohol?
El doctor empieza comentando la distinción que hace entre el vino y los demás alcoholes. "La separación es fundamentalmente porque el vino tinto tiene una serie de sustancias que no tiene otros alcoholes. Sustancias antioxidantes, antiinflamatorias, los flavonoides, etcétera, que son buenos para la salud siempre que se consuman de una forma adecuada".
Esta cantidad adecuada, explica, "no tendría que superar una copa, en el caso de las mujeres, y dos copas, en el caso de los hombres, algo que es por tema de volumen corporal".
En cuanto al resto de los alcoholes, "aparte que pueden tener un sabor agradable, se ha convertido en una norma social y, bueno, siempre que sea un beber moderado, razonable, no tiene por qué dar especiales problemas, salvo que se tengan condiciones previas como patologías cardiovasculares, diabetes, problemas hepáticos, gástricos o pancreáticos".
El problema llega cuando menos lo pensamos
Mario Alonso Puig explica que "una persona puede acostumbrarse a beber más de lo que tendría que beber y no reconoce que está bebiendo más de lo que tendría que beber".
Esto se debe a diversos motivos, como que está socialmente aceptado. "Esto es especialmente peligroso en niños y personas jóvenes que pueden desarrollar, como sabemos que ha sucedido, comas etílicos. Son personas súper jovencitas".
La clave de la cuestión está en que "el alcohol tiene un efecto depresivo en el sistema nervioso, el famoso 'bebo para olvidar', ¿no? Y se van enganchando con algo que lejos de darles una solución, lo que les da es una escapatoria, pero que luego van a tener que pagar un precio muy elevado".
Cuando no somos capaces de dejar de beber...
"Llega un momento en que una persona no se da cuenta, pero ya no le es tan fácil dejar el alcohol". Y entre los efectos que nos produce están la pérdida de la "capacidad de concentración, se vuelve más irritable, toma peores decisiones, gestiona mucho peor sus emociones".
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El doctor explica cuáles son las señales de que alguien esté desarrollando un problema de adicción con el alcohol, "El síndrome de abstinencia es un cuadro clínico en el cual la persona, pues, cuando no está tomando alcohol, empieza a notar sudoración, empieza a notar irritabilidad, ansiedad, taquicardia, casos más graves, puede tener realmente alucinaciones
Por otra parte, también destaca maneras más sutiles, como cuando recurrimos con facilidad al "me tengo que tomar una copa". "El tema es cuando uno tiene que encontrarse recompensas diarias para poder justificar el beber", explica Mario Alonso Puig.
Hay que tener cuidado cuando nos sentimos mal
El doctor comenta que, como todos sabemos, en la vida pasamos tanto por situaciones positivas y alegres como otras que no lo son tanto y es en esos momentos de dificultad en los que "tenemos que tener mucho cuidado en quién nos va a acompañar en esos momentos en los que estemos agotados".
"Si va a ser un amigo, una pareja, un familiar, una imagen que para nosotros sea importante, una conexión especial con Dios, las personas que creemos en Él... O va a ser el alcohol. Tienes que elegir bien", desarrolla el doctor.
El problema del alcohol es que "te da de entrada lo que buscas, que es el adormecimiento. Pero lo que no te dice es el precio que estás pagando. Te está esclavizando. Mientras que los amigos, la familia, de alguna manera lo que quieren es liberarte, poquito a poco, de ese", finaliza.
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