Por qué unos cerebros en versión 'mini' creados en un hospital de Barcelona pueden ser claves contra el Alzheimer
Como en todas las enfermedades, especialmente las cerebrales, la investigación de su origen y desarrollo es clave
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Cuando se trata de hablar de salud e investigación, todas las miradas se ponen en las enfermedades, especialmente en los caso en los que las investigaciones continúan porque la enfermedad no tiene cura. La esclerosis, el cáncer o el Alzhéimer son solo algunos de los ejemplos más populares de la multitud de enfermedades, que, aunque, desafortunadamente no tienen cura, si tienen avances frecuentes en sus investigaciones.
El caso del Alzheimer es uno de los más particulares del mundo, y es que aunque todos conocemos que se trata de una enfermedad neurodegenerativa, un trastorno cerebral que autodestruye la memoria y la capacidad de pensamiento, hasta tal punto que esa persona que tiene esta enfermedad puede llegar a olvidar hasta a su familia.
Por desgracia, el Alzheimer es una enfermedad cada vez más habitual, y es cada vez más probable que nosotros mismos podamos padecerla. Solo en España, son casi un millón de personas las que sufren de demencia, y de ellos, hasta el 70% son Alzheimer. Si centramos la atención en las personas de más de 65 años, 1 de cada 10 personas sufren demencia. Datos demoledores.
Las investigaciones
Al igual que con el resto de enfermedades , aunque especialmente con las neurológicas, el proceso de investigación para lucha contra ellas es fundamental. Especialmente cuando se trata de encontrar su origen, que es desde donde se pretende luchar y sobre todo, prevenir.
En casos como el Alzheimer, una de las investigaciones que más interés ha despertado y que lidera muchas investigaciones, tiene el foco puesto en la creación de minicerebros, con los que poder investigar acerca del desarrollo de la enfermedad, ya que aunque todavía estamos lejos de poder curarla, casi todos los días hay avances, sobre todo en los campos científicos más importantes, pero, aun así, el origen sigue sin conocerse.
Los minicerebros
Jorge Alcalde, divulgador científico de COPE, sabe como funcionan y cuál es el objetivo de estos minicerebros, pero, sobretodo, como se crean, algo que han hecho en la Fundación Pasqual Maragall, de Barcelona. Y es que estos son modelos del cerebro, células cerebrales unidas que forman una estructura que funcione de una manera similar al cerebro humano. Como todas las células cuando nacen no están destinadas, ellas son las que más tarde aprenderán su tarea en función de la ubicación a la que se les designe.
La función principal de estos “modelos de cerebro” es la de saber como es el desarrollo de una célula. Además, el estado de la investigación es bastante avanzado, ya que ahora mismo existe la posibilidad de poder generar los primeros organoides, aunque de manera específica en el caso del cerebro, lo que nos permitirá es determinar mejor que ocurre en cada caso, ya que no siempre se desarrolla de la misma manera en todas las personas, y, en definitiva, sus cerebros.
Otros órganos
Lo más importante de todo, es que aunque la investigación se centre en el cerebro, es que cada vez son más los órganos que se pueden crear de una manera artificial para investigar sobre ellos. El pulmón, el riñón o el hígado son solo algunos ejemplos de los avances de la ciencia que permite que se cojan células “sin tarea asignada” y transformarlas al órgano al que van destinadas.