"Desde el centro de Buenos Aires el chute de orgullo español debería servirnos como lanzadera para ese nuevo orden mundial"

En la Plaza de Mayo, en el corazón de Buenos Aires, con la Casa Rosada justo detrás, un año y poco después de la llegada de Miley al poder. La verdad es que es una sensación extraña porque esta es una ciudad de unos contrastes absolutamente impresionantes como todas las grandes capitales de Latinoamérica, pero seguramente aquí más. 

Y la sensación que uno tiene es de orgullo, de orgullo y de hispanidad, porque en este nuevo orden mundial, desde la guerra de Ucrania, otra vez la gran oriente medio, el drama del sur, la inmigración y Donald Trump en la Casa Blanca, los expertos vaticinan como una inmensa oportunidad, y tienen razón, el asunto de la hispanidad en el mundo. Miramos al este, miramos al Mediterráneo, miramos al sur desde España, pero a lo mejor se nos olvida mirar hacia América, no sólo a Estados Unidos, sino hacia América.

Y desde esta Plaza de Mayo, en el centro de Buenos Aires, el chute de orgullo, de historia y sobre todo de español, debería servirnos como lanzadera para ese nuevo orden mundial, la hispanidad ante una oportunidad, otra vez, histórica.