Ángel Expósito: "Lo que ha pasado en Granada con los inmigrantes es solo la puntita del iceberg"
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No cabe duda alguna de que el drama de la inmigración es un problemón de solución imposible. Al menos en el corto y medio plazo. Se mire por donde se mire es un drama. Para esas personas, por supuesto. Para los países receptores también. Y para el personal intermedio (policías, sanitarios o cooperantes) también.
Lo que ha pasado estos días atrás en Granada, con el traslado de esos inmigrantes (la mayoría) marroquíes de Gran Canaria a Granada es solo la puntita del iceberg. Es un ejemplo, mínimo, de la verdad. La gran diferencia es que la hemos visto y ha rulado por las redes como la pólvora porque un pasajero lo grabó todo.
Hace unos días el equipo de boinas verdes de Cope estuvimos allí. En el muelle de Arguineguín. Y lo vimos, lo olimos y lo aprendimos todo.
1.- La inmensa mayoría de los que llegan son marroquíes. Cuando aquella crisis de los cayucos eran todos del África subsahariana, como los miles que durante años se estamparon o saltaron las vallas de Ceuta y Melilla. Ahora no, la gran diferencia es que ahora (en este 2020) el 90 por ciento de esos migrantes son marroquíes, varones, de entre 17 y 35 años.
¿Casualidad? lo dudo.
2 - Ponte en el lugar del alcalde de Granada. O de cualquier responsable municipal que de repente tiene a cientos de chicos sueltos por sus plazas. Literalmente sueltos.
Por el centro de Las Palmas, por el centro de Granada o por las calles de Mogán en Gran Canaria. Ponte en el lugar de esos vecinos. Con hijos. Con hijas o con ancianos.
3.- Marruecos tiene la llave, como en su día Mauritania o Senegal. Aquello lo arregló Rubalcaba hace 12 o 13 años a base de dinero y guardias civiles.
Pero la cosa se complica ahora porque a Mauritania o a Senegal llegaban migrantes de toda África luego era cuestión de taponar la salida. Ahora es Marruecos quien gradúa y desparrama a sus propios nacionales. Y esto es clave. Como alguien me contó pisando el propio muelle de Arguineguín. Estos llegan hasta con gomina, con ropa seca y con la batería del móvil a tope.
4.- La cumbre en Rabat entre el Gobierno de España y de la semana que viene es clave. ¿Qué te apuestas a que el día antes, durante la cumbre y el día después no llega ningún cayuco desde Marruecos?
Ni que decir tiene que el verdadero protagonista de la cumbre, aunque sea telemáticamente, será Pablo Iglesias. Otra vez, pues, gracias señor vicepresidente por la enésima traición. Gracias, señor presidente por ponerle ahí.
5.- Canarias no se puede comer este marrón ellos solos. Ni Canarias, ni Lesbos en Grecia o Lampedussa y Sicilia en Italia. El tema es local, nacional y europeo.
6.- ¿Te acuerdas de la demagogia del refugees welcome o de la llegada del Aquarius? Se coge antes a un demagogo que a un sincero.
Lo que sea, pero que Su Sanchidad no aparezca en una sola foto rodeado de negros, magrebíes, silbidos o protestas.
7.- Ni una mala palabra ni una buena acción. En boca del gobierno y ante este drama cabría decir. Ni una sola foto, ni una sola acción fuera de la demagogia.
8.- La diferencia entre unos y otros. No quiero caer en la demagogia y mucho menos en el racismo. Por favor. Pero si preguntas a los policías, a los rescatadores o a los miembros de Cruz Roja te lo dicen claramente. Unos vienen desesperados, abrasados vivos dispuestos a lo que sea para sobrevivir. Y los otros, sencillamente. No.
La actitud, el comportamiento y las perspectivas de un chico de Mali, Gambia o Senegal no tienen nada que ver con la actitud de un chaval de la región de Marrakech. Lo siento pero es así.
9.- ¿Tu qué harías en su lugar? Mezcla los elementos. El cambio climático, el yihadismo, la corrupción de sus regímenes políticos y ahora el coronavirus. ¿Tu qué harías en el lugar de uno de esos chicos? Y si encima te empuja tu Gobierno, ni te cuento.
y 10.- MI POSDATA. La única solución es en origen. En el corto y en el plano geoestratégico. En el corto plazo con cooperación, solidaridad y ayudas. Y en el largo, como con Turquía. Con políticas europeas o, lo que es lo mismo, con dinero. Mucho dinero en este caso, hacia Marruecos.