La juventud española antes el machismo....

A vueltas con ese informe sobre la juventud española. Informe elaborado por la Asociación de Ayuda a la Drogadicción y la Fundación Reina Sofía.

Y quiero relacionar los datos de este trabajo con otros números sobre violencia contra la mujer, porque una cosa es consecuencia de la otra. Causa efecto... directa.

Del control del móvil de tu novieta adolescente... del acoso a tu chica... de ahí al bofetón hay un paso, y del bofetón a algo mucho peor. Tan solo hay un descerebrado violento venido a más. Es cuestión de tiempo.

Recordemos... en los últimos tres años, desde que supimos la salvajada de 'La Manada'de Pamplona se han detectado porque se han denunciado 125 violaciones en grupo, en manada o en piara, como quieras llamarlos, y con perdón para los cerdos. El 75 % de esos ataques a mujeres se perpetraron por grupos de hasta cuatro individuos.

Pero hay más... uno de cada cuatro ataques los produjeron menores de edad, en algunos casos... Auténticos niños, extranjeros, menas o nacionales, pero es que si atendemos a las víctimas, una de cada tres fueron niñas, una de cada tres víctimas de una manada fueron menores de edad.

¿Te imaginas el trauma, la vida y el recuerdo de esa niña, adolescente, joven o mujer adulta? ¿Se cura una de eso?

En lo que llevamos de 2019 se han producido 35 violaciones múltiples. La última la que se investiga en Manresa contra una chica de 17 años.... que te venimos contando desde el finde.

En los siete primeros meses de este 2019, el triple de violaciones en grupo que hace solo tres años.

Y claro, a más a más, 32 mujeres asesinadas en casos de violencia machista en estos siete meses... casi el doble de las asesinadas en el mismo tiempo el año pasado.

Con estos datos, ¿alguien puede presumir de feminismo ostentando cualquier poder?

Las causas de este desastre sociológico no son políticas. ¡Ojalá! Fueran solo cosas de políticos.

Se me ocurren, viendo las conclusiones del informe de la FAD...unas cuantas claves:

Redes Sociales, la trivalización del sexo, la cosificación de la mujer, las modas y lo más importante...los valores

1. Resulta curioso como se nos llene la boca de frases hechas políticamente correctas y no hablemos de valores, con mayúsculas. Como si el respeto, la libertad, la igualdad, la familia o el amor fueran antiguallas.

¿Tan difícil es reconocer esos valores lógicos y sociales que se nos inculcaron de toda la vida para una sociedad de bien?

2. La trivialización del sexo. La falta de afecto. El sexo por el puro placer, peor que los animales. ¿Te imaginas el concepto de la mujer... de sus madres y de sus hermanas que tendrían los miembros de 'La Manada'de San Fermín? Y no hablamos de niños, de menas o de chavales desarrapados.

Qué enfermedad... ¿cómo se podrá recuperar a un adulto que pienso eso y así de una mujer?

3. En este sentido, la cosificación de la mujer. No puede haber nada más machista y, sorprendentemente a medida que pasan las generaciones, lejos de mejorar el drama social, empeora

Porque los estudios entre adolescentes de toda clase social confirman que en un porcentaje alarmante son más machistas que nosotros y que nuestros padres.

4. Las modas. ¿Has oído con atención las letras de los reggaetón o los trap? De entrada... ¿Cómo puede ser que a una chica le gusta oír eso? Pero además, ¿a qué mente adulta, se supone, se le ocurre escribir eso para que se publique?

Es más, las series para supuestamente adolescentes que arrasan en televisión o en las plataformas de pago, si en verdad esos modelos o patrones influyen en la juventud.. sobre todo en ellas... vamos apañados.

Y 5. El colmo, las redes sociales y el inescrutable mundo de Internet. La cantidad de monstruos por ahí sueltos. Qué vértigo.

Y así se explican los informes sobre juventud y su relación causa-efecto sobre los datos de violencia machista. Con una salvedad... si los chicos, si las chicas son así, preparémonos para los próximos años, porque la violencia más extrema de mañana se fragua ahora... trivializando, cosificando y sin valores.

Como para encima... aguantar demagogias políticas supuestamente feministas.