Santiago, testigo del derrumbe del restaurante de Palma: "Hemos estado 6 personas para sacar a un hombre"

Un derrumbe en un local en la zona turística del Arenal en Palma de Mallorca ha dejado varios muertes este jueves además de decenas de heridos después de que el hundimiento de la primera planta provocara el colapso de todo el edificio, en el que había un restaurante lleno de personas.

Santiago Aranda estaba con su mujer paseando al perro cuando ha ocurrido el suceso y relata a Expósito en La Linterna cómo ha vivido los momentos previos y los angustiosos momentos posteriores: “Una cosa es ver la televisión y otra cosa es esto y estar ahí, es impresionante”, asegura. “No tengo palabras para describirlo, ha sido una explosión, y nosotros estábamos en la acerca de enfrente”, cuenta emocionado en COPE con la voz quebrada.

Y es que, narra Santiago, tras la explosión “unos corrieron en dirección contraria y otro hacia el polvo”.

Los momentos posteriores al derrumbe

Y es que cuenta Santiago a Expósito que él ha sido uno de los que se han quedado para ayudar a los heridos y que ha hecho lo que ha podido: “Hemos hecho lo que buenamente hemos podido, retirarlo y sacar a la gente”. Así, explica que el 90% de los que estaban dentro del local en el momento del colapso del edificio son alemanes, “por los gritos, los lamentos y los lloros”. “El local es alemán, el propietario es alemán”.

“Hemos estado 6 personas para sacar a un hombre”, reconoce en La Linterna, antes de desvelar que había “mucha sangre” por todas partes. “Un chico negro que trabaja en el local, junto a una turista que es médico hemos intentado el RCP, pero realmente no...”, cuenta emocionado.

“Nosotros vivimos aquí al lado y la verdad, cualquiera que vea películas de guerras, es indescriptible”, añade. Así, Santiago ha querido terminar teniendo palabras para las fuerzas y cuerpos de seguridad que han acudido, así como a los equipos sanitarios y de rescate. “Los servicios de emergencias han sido súper rápidos, han conseguido meter 30 ambulancias, 50 coches de policías”, concluye.