Así nació la Guardia Civil
Descubre con Ángel Correas, Álvaro Echeverría, Lorenzo Silva y el teniente coronel Fernando Cubillo la historia de la Guardia Civil
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175 años dan para mucho. Y a la Guardia Civil le ha dado para cambiar en todo. En todo menos en el mítico tricornio, que fue una elección basada en la moda militar de la época. Y es que se llevaba en los campos de batalla el sombrero de ala ancha, que se venía utilizando desde hacía siglos, y en el XVIII la moda hizo que los soldados elevaran esta ala ancha por tres picos, y de ahí, el tricornio.
Pero anécdotas de sombreros a parte, la Guardia Civil apareció por necesidad. En una España hecha jirones por las guerras contra Napoleón y la carlista, y asoladas por bandoleros. Era necesario crear un cuerpo de élite. Un cuerpo formado por los más honorables entre los honorables y que llegasen a zonas donde, hasta el momento, el poder y la justicia estaba en manos de las milicias nacionales a sueldo del cacique local de turno. Con la Guardia Civil eso iba a cambiar.
Para entrar en el cuerpo, además, el listón que puso su creador, el Duque de Ahumada, estaba muy alto. Y no solo hablamos de altura física, que también, ya que pedían 1 metro y 60 centímetros para entrar. Los candidatos debían tener entre 25 y 45 años, saber leer y escribir (que en un país en el que la gran mayoría de ciudadanos eran analfabetos, limitaba mucho las opciones), y tener una hoja de servicio en el ejército inmaculada.
Empezaba así, en 1844, un cuerpo a mitad de camino entre lo policial y lo militar. Unas fuerzas de seguridad que lucharon contra los criminales que asolaban el país, ya fueran bandoleros, terroristas o políticos corruptos.