Herraiz, sobre el fin a los coches de combustión: “¿Cuál me compro ahora: diésel, gasolina, híbrido?”

Muy buenos días. Bienvenido a 'La Mañana del fin de semana de COPE' en un domingo en el que ya tenemos encima el horario de verano, con sus defensores, con sus muchos detractores y con una realidad. Los que se han tenido que levantar pronto para trabajar hoy domingo pues han dormido una hora menos. Es su penitencia.Esta noche se ha dormido una hora menos por la entrada del horario de verano, y los que os levantáis para ir a trabajar lleváis vuestra propia penitencia. ¿Lo bueno? Que tenemos todo el día por delante.

En apenas siete días estaremos celebrando el Domingo de Ramos, estaremos con pie y medio en la Semana Santa que ya nos han dicho que al menos en esa primera parte viene con sol y sin lluvias. Las máximas serán más altas de lo habitual en el interior de Andalucía, Extremadura y la parte sur de Castilla-La Mancha.

Para hoy, se esperan lluvias en los Pirineos, también a primera hora en puntos de Cantabria, Asturias y menos probables en Galicia.

De la evolución meteorológica siguen muy pendientes en Castellón. En unos minutos vamos a hablar con el alcalde de Montán, uno de los municipios afectados y evacuados para que nos cuente la última hora.

Adiós a los vehículos de combustión

Hay un asunto que, en parte, se ha resuelto este fin de semana y que afecta a conductores, a la industria del automóvil y a los que en un futuro se vayan a comprar un coche. Ha sido uno de los partos más complejos que ha salido de la Comisión Europea. El fin de los vehículos de combustión, es decir, diésel, gasolina e incluso híbridos.

En febrero, el Parlamento aprobaba la legislación que ponía fecha de caducidad a este tipo de coches. Y era tajante. A partir de 2035, todos los turismos y furgonetas nuevos matriculados en Europa debían ser de emisión cero. Pero ahí Alemania alzó la voz. Y se opuso, en defensa de una industria que en el país germano es muy potente. Estamos hablando de uno de los mayores fabricantes del mundo. Dependen del año, pero hay ejercicios en los que en Alemania rozan la fabricación de 6 millones de vehículos de los que 5,5 son de marcas nacionales.

Por tanto, Alemania puso muchas reticencias a esa fecha, se sumó también Italia, y se intensificaron las negociaciones que han llegado con el acuerdo de este fin de semana. Se van a poder seguir fabricando coches de combustión a partir de 2035 pero con una condición. Va a tener que utilizar combustibles neutros en términos de emisiones de dióxido de carbono. Ahí aparecen los llamados combustibles sintéticos o e-fuels, climáticamente neutros.

¿Y por qué esta salvedad con la que Alemania se ha sumado al acuerdo? Pues porque la industria alemana del automóvil no ha alcanzado todavía los niveles de desarrollo del vehículo eléctrico que sí han conseguido en China o en EEUU, por ejemplo.

En cambio, los fabricantes germanos, sobre todos los que producen coches de gama alta, sí que han desarrollado los combustibles sintéticos. Esta es una de las explicaciones.

Y ahora la pregunta. Si estoy pensando en comprar un coche, por cuál me decanto. Diésel, gasolina, híbrido, eléctrico...

Estamos en 2023. Y aunque no se matriculen coches de combustión a partir de 2035 con ese tipo de motores, van a poder seguir circulando sin problema. Tampoco se van a prohibir a partir de esa fecha la venta de coches de combustión segunda mano.

Lo que está claro es que Europa, la Comisión Europea nos va redirigiendo hacia los coches eléctricos, que siguen generando muchas dudas. En España, por ejemplo. Ahora mismo hay unos 20.000 puntos de carga para este tipo de vehículos. Si atendemos a lo que pretende Bruselas, en 2035 serían necesarios entre 220.000 y 250.000.

Es evidente que España tiene que hacer todavía muchos deberes en el desarrollo del coche eléctrico. De momento, ahí está ese acuerdo de la Comisión Europea, forzada por Alemania. A partir de 2035 solo se podrán fabricar vehículos de combustión que utilicen combustibles neutros, no vale ni la gasolina ni el diésel. Comenzarán a hacerse familiares los combustibles sintéticos y los e-fuels, cuya elaboración es compleja y todavía muy cara.

Huelga de letrados judiciales

Por lo demás, la semana empieza con una cita importante en el ámbito de la Justicia. Se han cumplido dos meses de la huelga de los antiguos secretarios judiciales y miles de ciudadanos se han visto afectados.

Más de 360.000 juicios han quedado suspendidos, hay 424.000 demandas pendientes de reparto y 1.280 millones de euros parados en las cuentas de consignaciones de los juzgados.

Prácticamente cada semana, mientras los daños de la huelga han seguido aumentando, nos hemos venido haciendo la misma pregunta: ¿está más cerca el acuerdo? Y la respuesta, hasta hoy, ha sido siempre la misma: “las posturas siguen muy distantes”. En cambio, en la última reunión sí se han producido avances significativos, un principio de acuerdo que los letrados de la administración de justicia deben votar mañana lunes. Con el resultado de esa votación volverán a reunirse con los representantes del ministerio el martes 28.

A la espera de que llegue ese acuerdo definitivo, esta huelga nos deja varias cuestiones claras.

Y primero hay que mirar a los afectados. El paro indefinido lo que ha hecho es multiplicar el colapso habitual de la Justicia española. Si la mayoría de juzgados ya estaban atascados, tras dos meses con una actividad muy reducida, los señalamientos de juicios se van a retrasar hasta dentro de varios años. También las notificaciones.

Están bloqueados procedimientos de lo más comunes. Un procedimiento de desahucio, por ejemplo. De unos inquilinos cuyo casero no quiere renovarles y se resisten a abandonar el piso. Y otros más mediáticos, como el caso Novo Carthago que iba a comenzar a juzgar delitos de corrupción política relacionados con la recalificación de terrenos cercanos al Mar Menor en Cartagena.

Después de una investigación de 20 años, el juicio estaba previsto que comenzara en febrero y debido a la huelga se ha señalado para 2025. Aunque lleguen a un acuerdo y se ponga fin a la huelga, en lo que queda de este 2023 los juzgados no se van a poner al día.

Como en cualquier paro indefinido de un servicio público, ya sea la Sanidad, el transporte o en la recogida de basuras, los grandes perjudicados son los ciudadanos. Y aquí el derecho a la huelga ha vuelto a chocar de forma frontal con los derechos fundamentales de los usuarios. La pregunta es dónde ha estado la ministra de Justicia en este conflicto laboral. Toc, toc. Sabemos que se llama Pilar Llop pero los antiguos secretarios judiciales la han visto pasar de lejos.

Mañana votan en asamblea los letrados de la administración de justicia y también este lunes lunes en el Congreso de los Diputados comparece el ministro Grande-Marlaska. Tiene varios frentes abiertos. Uno es el caso del Tito Berni, del ex diputado socialista que mantiene en prisión al general de la Guardia Civil Francisco Javier Espinosa. No faltaban las mordidas, el tráfico de influencias, las prostitutas y la droga.

Luego está la derivada de esta trama de corrupción, que es el conocido como caso cuarteles, y que, desde el PSOE, están interesados en potenciar para desviar la atención de las andanzas de su ex diputado Tito Berni y de las cenas en el lujoso restaurante Ramsés, que, en ocasiones, acababan en prostíbulos y en habitaciones de hotel con mujeres.

Dimisión de María Gámez

Pero a Marlaska le ha estallado esta semana otro caso más que ha forzado la dimisión de la directora general de la Guardia Civil, María Gámez. Cuando dijo esto, Juan Baño, el jefe de Interior de COPE, le preguntó si para él ha sido la mejor jefa de la Guardia Civil en sus 178 años de historia. Por encima incluso del duque de Ahumada. Ahí se enredó un poco.

María Gámez dejaba el cargo tras conocerse la imputación de su marido en un presunto caso de corrupción. Hay un juzgado de Sevilla que investiga el entramado societario de Juan Carlos Martínez. La empresa del marido de María Gámez y las de sus dos hermanos recibieron, presuntamente, subvenciones millonarias de forma irregular. El día de su renuncia dijo que dimitía por salvar la imagen del Cuerpo y la de su familia.

Su marido, Juan Carlos Martínez, ha estado siempre muy bien protegido. Lleva siendo cargo de asesor de la Junta, siempre a la sombra del PSOE, desde 1997. En la Consejería de Obras Públicas, en la de Salud. Ha podido asesorar de ramas muy diferentes. Y casi siempre bajo la sombra del ex consejero Francisco Vallejo, en la cárcel por el escándalo de los ERE.

Habrá que esperar a las explicaciones mañana de Marlaska y también hay que esperar a que avance la investigación. Si es solo cosa del marido de Gámez o hay algo más.