Cibervoluntarios para eliminar la brecha digital
El coronavirus ha obligado a muchas personas mayores a digitalizarse para poder seguir con su día a día y mantener el contacto con sus seres queridos.
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A consecuencia de la pandemia, muchos han encontrado en la tecnología una vía para mantener una aparente normalidad que les ha permitido seguir trabajando, quedando de manera virtual con familiares y amigos, asistiendo a clase o realizando tareas cotidianas como ir a la compra o al banco.
Esa apuesta por la digitalización de nuestro día a día también está poniendo a prueba nuestros conocimientos tecnológicos, un examen que no siempre superamos de forma exitosa. Es por ello que ahora, más que nunca, resulta fundamental la labor de la Fundación Cibervoluntarios, que nació hace ya más de veinte años para acabar con la brecha digital y, en tiempos de coronavirus, ha puesto en marcha un servicio gratuito para ayudarnos a resolver esas pequeñas dudas que nos están surgiendo. Entre las cuestiones más recurrentes destacan cómo utilizar las plataformas educativas puestas en marcha por los colegios, las aplicaciones de teletrabajo o la realización de una videoconferencia.
Entre las personas que marcaron su teléfono se encuentra Inmaculada que, a sus 75 años, está organizando talleres para sus vecinos de Berrocalejo de Aragona, en Ávila, para asegurarse de que tanto ellos, como los ciudadanos de otros municipios cercanos, se actualizan y descubren la manera en la que esa tecnología les puede facilitar su vida y mantenerles conectados con sus hijos o nietos. Al otro lado del teléfono, responden cibervoluntarios como Sonia que, desde sus casas, nos enseñan cómo usar correctamente nuestros dispositivos. Una labor de la que ella destaca el enriquecimiento personal que supone, “sobre todo, al ver que la gente a la que has ayudado se vuelve un poco más autónoma”.