CuloClean, el bidé de 5 euros que quiere acabar con las toallitas

La idea surgió una tarde como otra cualquiera, según cuentan sus creadores, Guillermo Maroto y Ana Vicario. “Cuando un grupo de amigos que acabábamos de terminar la carrera, nos reunimos, como siempre, para hablar de nuestros sueños, de nuestros planes, pero también de una de nuestras principales preocupaciones: la contaminación del medio ambiente”, explicaban Maroto y Vicario.

Aquella tarde se les ocurrió inventar algo para acabar con los pañuelos de papel y las toallitas que muchas veces se arrojan por el inodoro y que son tan contaminantes. En estas circunstancias, y con un nombre más que llamativo, nació CuloClean.

¿Qué es exactamente CuloClean? Se trata de un accesorio que se puede colocar en cualquier botella de plástico, y que hace que el agua salga en forma de chorro. Es por eso que ha sido bautizado como el ‘bidé portátil’ que hará que ahorremos pañuelos y toallitas. Guillermo Maroto comentaba en ‘La Noche de COPE’ que tiene otras utilidades, “como asear heridas o cualquier tipo de cortes que se puedan producir, así como en el cuidado de los niños”.

CuloClean se hizo realidad gracias a una campaña de ‘crowdfunding’, en la que personas de todo el mundo aportaron su granito de arena para poder financiar el proyecto. Dos meses después, ya han vendido más de 2.500 unidades en todo el mundo. Aunque, después de esta primera etapa, Guillermo Maroto sostenía que “los españoles no son los que más apuestan por el bidé portátil; una tradición mucho más arraigada en otras zonas del mundo como Latinoamérica o en los países árabes”.

En este tiempo ya ha llegado a 50 países, y se prevé que siga creciendo. A pesar de que en zonas como Sudamérica, el nombre de la marca suele chocar bastante. La cofundadora de CuloClean, Ana Vicario, comentaba que “gracias a este nombre, ha sido mucho más fácil que la gente se interesara por el producto y empezara a comprarlo”.

Además, u rápido éxito se debe, según sus creadores, a lo resistente que es este accesorio, que se puede comprar por 5 euro, pero que, dicen, “dura eternamente”. Esta es la historia del bidé portátil MADE IN SPAIN.