"El que quiere defraudar en una tesis doctoral siempre va por delante"

La sombra de la sospecha se cierne sobre un presidente del Gobierno, un líder de la oposición o una ex presidenta de la Comunidad de Madrid. La tesis presuntamente plagiada de Pedro Sánchez, las supuestas facilidades que le ofrecieron a Pablo Casado cursando su máster, o la falsificación del Trabajo de Fin de Máster de Cristina Cifuentes son solo los casos más conocidos y controvertidos que unen a los políticos y sus estudios superiores.

Lo último ha sido la dimisión de la directora general de Educación Concertada de la Comunidad de Madrid, Concepción Canoyra, por plagiar su tesis doctoral en la Universidad Rey Juan Carlos. Pero la polémica también persigue al presidente del Senado, el socialista Manuel Cruz, por copiar a nueve autores en su manual Filosofía Contemporánea…

"Plagio" es la palabra de moda de este 2019. Y esto es un suma y sigue, por lo que la polémica está servida. ¿Es tan fácil copiar?¿Se hace la vista gorda? ¿Los programas antiplagio de las universidades fallan más que una escopeta de feria?

Y es que, si alguien sale perdiendo en todo este asunto marrullero, que va más allá de la presumible picaresca española, son los buenos profesionales que sí hacen bien su trabajo. Profesionales, aspirantes a doctor, que invierten parte de su vida en una investigación leyendo cientos de manuales para luego crear su propia tesis… De media, tardan entre dos años y medio y cuatro. En 'La Noche' ha estado el profesor de Comunicación Digital del Centro de Estudios Universitarios (CEU) San Pablo, Fernando Bonete. El año pasado defendió su tesis La información cultural en El Debate (1911-1936).

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"Revisar las fuentes, desarrollar una buena metodología y aportar tus propias ideas nuevas requiere pensamiento, detenerte a darle vueltas al tema una y otra vez, y estudiar", ha explicado.

Por su parte, la directora de la CEU Escuela Internacional del Doctorado (Ceindo), Coral Barbas ha aclarado que "no hay nada como una supervisión y un seguimiento". "Existen herramientas y las aplicamos, pero el que quiere hacer un fraude siempre va por delante de la herramienta", ha explicado Coral.