“Salí del gimnasio, cogí la moto para recoger a mi novia y desperté cinco días después sin saber lo que pasó"

Se le fue la moto en una recta y chocó de frente contra un coche. El golpe fue tan grande que el primer parte medico lo dio por muerto y lo trasladaron al hospital con la intención de solicitar la donación de sus órganos, pero lo único que perdió fue una pierna.

Rafael Prieto, está peleando contra el Estado porque no le dejan volver a trabajar. Unos meses después del accidente, consiguió recaudar el dinero para hacerse con la mejor prótesis del mercado: una pierna biónica que le permite correr, nadar, o ir al gimnasio. Unos meses después de que le colocaran la prótesis, un tribunal médico de la Dirección General de Policía lo valoró. Era pronto para saber cómo se iba a adaptar... así que lo dejaron un año en segunda actividad. Pasado ese tiempo, lo volvieron a valorar y esta vez el veredicto fue demoledor: ordenaron su jubilación. Ahora lucha en los tribunales para que le dejen volver a trabajar en un oficio que ejerce desde antes de cumplir los 20: ser policía nacional.

No puede correr detrás de un ladrón, pero puede conducir un coche patrulla o permanecer de pie en un control el tiempo que sea necesario, pero lo que él pide es volver a un puesto como la sala del 091, la oficina de denuncias o un grupo de investigación y no lo hace por dinero porque si trabajara, cobraría al mes solo 200 euros más que ahora.

El caso está en los tribunales, será un juzgado de lo contencioso-administrativo el que tenga de momento la última palabra.

Por cierto, que su pierna biónica es de la mejores del mercado, costó unos 57.000 euros que fueron pagados mediante una campaña de recaudación de fondos, en solo ocho meses y gracias a la colaboración de sindicatos, familiares y compañeros de la Policía Nacional de toda España.