Fernando de Haro: "Hacer un obituario de María Teresa Campos, cuando ha sido tu predecesora, no es nada fácil"

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Así comenzaba este programa, una tarde de 1998. María Teresa Campos hacía lo mismo que estoy haciendo yo; saludar a los oyentes de 'La Tarde', volvía a la radio, el medio en el que había empezado. La Campos fue una mujer de televisión, pero antes de ser una mujer de televisión, fue mujer de radio, empezó en esta casa, en Radio Popular de Málaga. Hacer obituario de la Campos, cuando ha sido tu predecesora, no es nada fácil. En el New York Times, que es periódico muy serio y muy bueno cuando los personajes que se mueren no son muy importantes, escriben el obituario de un día para otro.

Cuando el personaje es importante o muy importante, se escriben con años de anticipación. Hay unos pocos redactores especializados en obituarios que no hacen otra cosa, durante años preparan la despedida de ese personaje. Viajó por todo el mundo para hablar informalmente con las personas a las que después consagraran en una necrológica. ¿Cómo se distinguen a los fallecidos importantes de los menos importantes? Los redactores de obituarios en el New York Times se hacen dos preguntas: ¿Es tal o cual muerte noticia nacional? ¿Tuvo esa persona tanto impacto en este mundo que su muerte es algo que los lectores deberían saber?

En el caso de María Teresa Campos no habría duda. Si hubiera vivido en Estados Unidos, el obituario llevaría mucho tiempo. ¿Y qué diría? Todos tenemos la idea de que sabíamos que era María Teresa Campos, que sabíamos todos los secretos de su vida profesional o de su vida personal. Muchos eran públicos. Pero no se ha muerto una estrella de la radio, o una estrella de la tele, o una protagonista de las revistas del corazón. Ha muerto una mujer que se llamaba María Teresa Campos Luque, que nació en Tetuán y de la que nadie sabía todo, ni ella misma. Descanse en paz.

De Puigdemont ya hablamos luego. Vamos primero con las cosas que tienen que ver con nuestro bolsillo. Hemos vuelto de vacaciones. Los suministros básicos, la cesta de la compra, las hipotecas, la luz, el gas y los carburantes han vuelto a repuntar. Esta tarde vamos a hablar de la subida del precio de la energía. Nos habíamos olvidado de la subida de los carburantes y de la electricidad. Pero ha vuelto. Este mes de agosto, como sabes, ha hecho mucho calor. Pero nos hemos apañado y hemos consumido menos electricidad, un poquito menos, un 1,1%.

Pero el precio de la luz ha subido en pleno verano hasta niveles máximos desde principios de año. Afortunadamente, estamos muy lejos de los máximos de 2022. ¿Por qué ha subido el precio de la electricidad? Por el gas, porque ha habido menos viento, porque la sequía nos ha proporcionado menos energía hidroeléctrica y ha habido que tirar más de las centrales de gas. ¿Qué va a pasar con el precio de la electricidad? El cierre del verano tampoco garantiza el fin de la subida, sigue la amenaza de que escasee el gas ante las posibles paradas de producción.

¿Y la gasolina? 1,73 euros el litro de gasolina. El precio de los carburantes seguirá al alza. ¿Por qué? Debido a los constantes cortes de producción de petróleo llevados a cabo por la OPEP y al aumento de la demanda en China. Además, los analistas no creen que las compañías vayan a ajustar sus márgenes, por lo que según Wouter Thierie, de ING, el barril podría alcanzar los 90 dólares al cierre de 2023.

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