"Haría falta mucho más que unas acusaciones de corrupción para que los separatistas le retiraran el apoyo a Sánchez"
La directora de 'La Tarde' analiza la libertad condicional de Víctor de Aldama y las consecuencias que puede tener para el Gobierno de Sánchez
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Es el disco del momento. Víctor de Aldama en concierto. Y no me extraña porque a la hora de cantar, Víctor lo ha dado todo ante el juez de la Audiencia Nacional.
A estas alturas ya sabes que acusa al exministro José Luis Ábalos y a su asesor, Koldo García de haber cobrado centenares de miles de euros en comisiones. Esto entra dentro del guion porque los tres aparecen señalados por la Guardia Civil en las investigaciones.
Pero Aldama dio más potencia al ventilador mientras declaraba y el tufo alcanza ya al secretario de organización del PSOE, Santos Cerdán a quien acusa de haber cobrado otros 15.000 euros en metálico. También ha dicho que el Ministro Ángel Víctor Torres le pidió otros 50.000 por mediar en la compra de mascarillas para Canarias cuando era presidente de esa comunidad. Y para rematar también metió en el saco de presuntas comisiones o mordidas al jefe de Gabinete de la ministra de Hacienda, que se llama Carlos Moreno, quien le habría pedido otros 25.000 euros por aplazar una investigación de Hacienda.
Estos tres nombres hoy han anunciado acciones legales. Algo que también entra en el guion.
Ahora bien, a la hora de sacar de nombres dentro de la declaración de Aldama, el de Pedro Sánchez se queda con el gran titular. En resumen, vino a decir que el presidente del Gobierno estaba al tanto de todo o casi todo y que la foto en la que aparecen juntos no fue algo fortuito porque, dijo, el propio Sánchez que quería conocerle para darle las gracias.
Necesitaría una hora para profundizar en los grandes éxitos que ayer cantó Aldama en la Audiencia Nacional. Y si quieres ver el vídeo del concierto ante el juez que sepas que lo tienes en COPE.es
Al PSOE, de todo el repertorio de Aldama, no le gusta ni la música ni la letra. Sánchez le llama personaje y le ha retado a probar las insinuaciones que hizo. Aldama hoy sigue en sus trece. No habría dicho lo que dijo, ha insistido, si no tuviera pruebas.
Y en esas estamos. Por ahora la declaración de Aldama ha dejado un tufo importante, pero nadie ha probado hasta ahora qué es o dónde está lo que huele a podrido. Para eso está el juez y algún aroma debe de percibir su Señoría cuando le ha puesto en libertad condicional.
Y ese aroma ha llegado también al Congreso donde el PP ha soltado el globo sonda de una posible moción de censura. Pero, sinceramente, con la actual distribución parlamentaria, ese globo de la moción no parece que pueda volar alto. Es una realidad matemática y política que por ejemplo le ha dicho esta mañana, el líder de Vox, Santiago Abascal a Carlos Herrera.
Es obvio que Esquerra, Junts o Bildu lo han tenido, lo tienen y lo tendrían más fácil con Pedro Sánchez en la Moncloa. Haría falta mucho más que unas acusaciones de corrupción para que le retiraran el apoyo y aunque llegara a ser mucho más lo que saliera incluso entonces, habría que ver qué pasa.