"Óscar Puente no ha salido de la estación de las declaraciones y promesas, a ver si algún día llega a la de Los Hechos”
La directora de 'La Tarde' analiza la situación que atraviesa Renfe, que tuvo que cancelar más de veinte trenes dirección a Levante por una incidencia
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15.652. Es un número bonito, de estos que suena bien en un sorteo de Lotería, pero en realidad, 15.652 es la longitud de la red ferroviaria que tenemos en España. 4000 de ellos son de Alta Velocidad, lo que nos convierte en el segundo país del mundo con más kilómetros, solo por detrás de China.
La red ferroviaria en España sería como para presumir si no fuera por el goteo de incidencias que ahora mismo llenan el vaso de la paciencia ciudadana. La última gota ha caído este fin de semana y ha tenido un impacto considerable con unos 15.000 afectados.
La presencia de una persona en un punto no autorizado de Atocha empezó a complicar la tarde y el remate fue el vuelco de un tren sin pasajeros en el túnel que une esta estación con Chamartín.
Según el ministro de transportes, Óscar Puente, lo de este fin de semana ha sido una tormenta perfecta. Y puede que tenga razón, lo que pasa es que ya llevamos tantas tormentas que llueve sobre mojado.
A Óscar Puente le está cayendo el chaparrón y al margen de que le guste saltar en todos los charcos, lo cierto es que los problemas en las vías y los trenes se han ido acumulando desde hace varios años en los que Puente no estaba en el gobierno.
El éxito de la red ferroviaria española es su extensión, pero eso puede ser su punto débil. Porque todos esos kilómetros necesitan un mantenimiento y cuanto más grande es la red, más cuesta abarcarlo todo, en tiempo y en dinero.
Además, en 2022 comenzaron a operar en España varios operadores privados de alta velocidad. Estos han sumado más trenes a los que ya había, pero todos van por la misma infraestructura que había antes. Con lo cual esas vías y catenarias están sometidas a mayor estrés y desgaste.
Además, con más trenes en sus estaciones, Madrid sigue actuando como nudo principal de comunicaciones ferroviarias y todo ese movimiento hay que organizarlo. También es verdad que no solo es Madrid el escenario de los problemas, y si no que les pregunten a los extremeños. A todo esto, hay que sumar circunstancias imprevistas como que un sujeto se meta en las vías o que una lluvia torrencial acabe por cortar una vía.
Todas estas cosas, por sí solas o combinadas, pueden generar un problema y de esto no tiene la culpa el ministro, sea quien sea. Otra cosa es la gestión de esos problemas porque el ciudadano que ha pagado su billete también además de explicaciones, exige soluciones.
El ministro Óscar Puente no ha salido todavía de la estación de las declaraciones y de las promesas. Ya veremos si algún día ese tren llega puntual a la estación de “Los Hechos” o como tantas otras veces se queda en vía muerta.