Pilar García Muñiz sobre los recursos energéticos en España: "nuestro sistema eléctrico se está basando en las renovables"

Las pequeñas cosas de la vida son aquellas que nos generan un gran problema cuando nos faltan. Imagínate llegar a tu casa, ahora en invierno y encontrarte sin luz. O que los bares y comercios de tu calle estén a oscuras. Si alguna vez te ha pasado, sabes lo incómodo que es. 

Te cuento esto porque esta semana Red Eléctrica ha tenido que desconectar hasta dos veces a la gran industria del sistema para evitar un apagón que afecte a los hogares o a la actividad comercial.

Por decirlo llanamente, se ha desconectado temporalmente a la gran industria para garantizar el suministro de electricidad al resto de ciudadanos.

Esto, aunque es llamativo, no es nuevo. Es un mecanismo regulado. Las grandes empresas que se ven obligadas a parar su actividad reciben una compensación que esta acordada. Lo que llama la atención es que ahora está pasando con más frecuencia. Hasta 4 veces este año se ha tenido que activar este protocolo o mecanismo de urgencia.

¿Qué está pasando? Que la balanza entre la energía que gastamos y la que generamos se ha desequilibrado por varios motivos.

Es casi invierno y el consumo diario de electricidad ha aumentado en nuestras casas o en los comercios. El frío o menos horas de luz son las causas principales.

El problema son los días en los que este aumento del consumo coincide con un bajón importante en la producción eléctrica. Y esto pasa principalmente por una razón. En España, nuestro sistema eléctrico se está basando en las renovables.

Es nuestro gran punto fuerte, con muchas ventajas, empezando por el precio, pero tiene también algunas debilidades. Por ejemplo, falta todavía una infraestructura adecuada que permita aprovechar todo su potencial.

Sin embargo, en el caso que nos ocupa, el problema es que la energía renovable depende de las condiciones meteorológicas. Si no sopla el viento, los aspas de los molinos no se mueve y no producen, como está pasando esta semana.

Para que te hagas una idea, el pasado domingo sin ir más lejos, la energía eólica generaba ella sola el 50% de toda la producción en España. Bueno, pues en estos últimos dos días, esa misma energía eólica se ha desplomado y apenas ha generado un 5% de producción. La energía solar tampoco ha podido tirar del carro y eso ha descompensado la balanza.

Para equilibrar el sistema se ha vuelto a tirar de energías fósiles como el gas, con las centrales de ciclo combinado, pero aun así para cubrir los picos de consumo se ha activado la desconexión de la gran industria unas horas y de forma preventiva.

No es ningún drama, no es ninguna catástrofe, pero sí que llama la atención que un mecanismo excepcional lo estemos viendo cada vez con mayor frecuencia. Así que tranquilo o tranquila, si esta noche no funciona la lámpara, seguramente será la bombilla.