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"La sensación es que cuando Ucrania se siente a negociar tendrá que acatar las normas que hayan pactado previamente Rusia y Estados Unidos"
La directora de 'La Tarde' analiza las reuniones entre Estados Unidos y Rusia para negociar sobre la guerra en Ucrania
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Es una imagen propia de la Guerra Fría. Una sala en la que se combinan mármoles blancos y verdes, y donde el techo se remata con arcos de estilo árabe a lo largo de toda la habitación. Muy al estilo de Arabia Saudí, anfitrión de la reunión.
En el centro hay una mesa alargada de marquetería, perfectamente pulida y sobre ella, tres conjuntos de flores que más que de decoración hacen de muro entre las delegaciones. Sentados a la izquierda de la foto, el secretario de Estado norteamericano, Marco Rubio, entre dos asesores. A la derecha, el ministro de asuntos exteriores ruso, el veterano Serguei Lavrov, con otro asesor. Y al fondo, dos personajes con turbante y túnica saudí, ejerciendo de moderadores.
Esta es la foto de una reunión que no pasará a la historia por sus resultados. El propio Marco Rubio reconoce que se trataba de retomar contactos.
Han sido algo más de 4 horas y el resumen es que han negociado seguir negociando con la creación de dos equipos. Rusia sigue con varias líneas rojas. Impedir la entrada de Ucrania en la OTAN y dejar fuera a la Unión Europea de cualquier diálogo, aunque Putin sí que ha abierto la puerta a reunirse con Zelenski “si es necesario”.
Esto no ha hecho más que comenzar, pero Rusia parte de una posición de fuerza que Whasington le ha concedido para sentarse a la mesa. La sensación es que cuando Ucrania se siente a negociar tendrá que acatar las normas que hayan pactado previamente Rusia y Estados Unidos.
No me extraña que Zelenski insista una y otra vez en no aceptar nada que no haya negociado de primera mano. Lo último es que, la próxima cita para seguir hablando podría cerrarse sin la presencia de Ucrania.
Así que lo que puede estar pensando Zelenski es que si no le invitan a la mesa es porque forma parte del menú.
Solo con el tiempo sabremos si Estados Unidos está haciendo una jugada maestra que termine en un acuerdo de paz, o se está embarcando en un negociación que acabe bloqueada en el momento en el que a Rusia se le exija alguna cesión.
El terreno de batalla sigue más o menos estancado. Esta guerra no tiene un ganador definitivo como pudo pasar al final de la Segunda Guerra Mundial. Esto nos lleva a pensar en que ambas partes tiene hacer cesiones. Si Moscú no hace ninguna concesión, ya no estaríamos ante un acuerdo de paz, sino ante una derrota de Ucrania en los despachos y no el campo de batalla.
Es de suponer que en algún momento Washington estirará la cuerda y entonces veremos la auténtica capacidad de negociación de la administración Trump y sus verdaderas intenciones. Mientras tanto, la Unión Europa sigue esperando y desesperando.