Así era Antonio César Fernández, el misionero asesinado en África

El misionero salesiano español Antonio César Fernández fue una de las seis víctimas mortales del supuesto atentado yihadista perpetrado el viernes en Burkina Faso. El ataque se produjo en la localidad de Nohao, en la provincia de Boulgou, a 40 kilómetros de la frontera sur del país y cerca de Ghana: allí, un grupo de yihadistas en motocicleta atentó contra un puesto de aduanas, atrapando en el fuego cruzado al misionero.

Fernández, nacido en Pozoblanco (Córdoba) en 1946, era misionero desde 1982, año en el que fundó la presencia salesiana en Togo e hizo de este país de África Occidental su primer destino, si bien en la actualidad ejercía en Burkina Faso. 

En 'La Tarde' ha estado Faustino García Peña, amigo de César Fernández que actualmente trabaja en Túnez, para contar más detalles de la figura del misionero fallecido. “Tenía mucha esperanza, en su rostro mostraba serenidad y la luz de ese Dios que le iluminaba y le daba la vida. Los estudios eran muy importante para él, pero también se empeñaba mucho en que los jóvenes se insertaran de forma idónea en la sociedad”.

García Peña también ha resaltado la función de los salesianos en esta parte de África: “La labor de los salesianos es muy importante en esta zona de África. Pero es fundamental la vocación para poder enseñar a estos hombres y mujeres a integrarse en la sociedad de forma honesta”.

Este ataque se enmarca dentro de la ola de violencia que azota a Burkina Faso desde 2015, en un contexto que ha vivido un recrudecimiento de la amenaza terrorista en las últimas semanas tras la celebración de la V Conferencia de jefes de Estado del G5 del Sahel, cuya presidencia rotatoria asumió la presidencia rotatoria.

“Desde el 2015 la inseguridad ha aumentado. Esta vez han los terroristas han llegado a una zona en la que nunca habían estado. Por lo que el riesgo de sufrir atentados yihadistas está aumentando de forma trascendental”, ha señalado Faustino García.