¿De cuánto tiene que ser tu sueldo para que tengas que tributar el cheque de 200 euros?
Siempre solemos decir que es importantísimo leer la letra pequeña antes de solicitar cualquier tipo de ayuda, pero, ¿cuántas veces lo hacemos realmente?
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El cheque de 200 euros, puesto en marcha por el Gobierno para paliar los efectos de la inflación, desde el pasado miércoles hasta el 31 de marzo, lo pueden solicitar aquellas personas asalariadas, autónomos y personas en paro, siempre que tengan unos ingresos inferiores a 27.000 euros al año y un patrimonio que no supere los 75.000 sin contar la vivienda habitual. Además de no recibir otro subsidio como el Ingreso Mínimo Vital o la pensión.
Hasta ahí, todo bien. De hecho, según la Agencia Tributaria, que es el organismo que la gestiona, desde que se abrió el plazo para pedirla, ha sido solicitada por más de medio millón de personas, lo que no se sabe, es si todas ellas sabían que tendrán que incluirla como ganancia patrimonial en la Declaración de la Renta correspondiente al ejercicio de 2023, es decir, la que realicemos en la primavera de 2024. Y es que, aunque en principio este cheque se anunciaba como exento de tributación, finalmente lo tendrán que hacer aquellos contribuyentes que superen el mínimo para hacer la declaración, teniendo que pagar a Hacienda hasta 60 euros de esos 200, ya es un alto porcentaje.
La verdad es que 140 euros distan mucho de lo que se anunciaba en un principio. Recordemos que el cheque de 200 euros solo se puede pedir a través de Internet en la página de la Agencia Tributaria, el período de solicitud termina el próximo 31 de marzo y el límite para recibirla es el 30 de junio. Independientemente de esto, que seguro que ya lo sabes bien, vuelvo a insistir en lo que te decía al principio.
La importancia de leer la letra pequeña y no solo en esto, porque probablemente mucha gente que recibe otro tipo de ayudas no sabe si tiene que declararlas o no, y después se lleva la sorpresa. Carlos Cruzado es el presidente del Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha). Asegura que “quizás hubo confusión en el anuncio, pero todas las ayudas y subvenciones están sujetas al impuesto, salvo que se establezca lo contrario”. Y lo cierto es que estas normas, que están exentas, son muy pocas. Un ejemplo claro de ello son “las ayudas superiores a los 200, que superan anualmente los 1.000 euros, hay que tener en cuenta que tendremos la obligación de presentar Declaración de la Renta. Como, por ejemplo, las ayudas a los jóvenes con el alquiler”.
El descontento es generalizado tras conocerse estos datos. Aunque, lo cierto es que no somos conscientes de que la mayoría de ayudas, tributan.