¿Está dañando realmente la contaminación a la Puerta de Alcalá de Madrid?: "Un granito que se disgrega fácil"
En La Tarde de COPE, Pilar Cisneros junto al colaborador, Daniel Gascón, y el arquitecto, Alberto Tellería, han analizado el efecto que tiene la contaminación en los monumentos
Madrid - Publicado el - Actualizado
2 min lectura
La copresentadora de 'La Tarde', Pilar Cisneros, ha hecho parte del programa desde la Puerta de Alcalá de Madrid, para hablar sobre cómo afecta la contaminación a los monumentos de las grandes ciudades. Desde hace varios meses, el monumento madrileño está en restauración y se encuentra cubierto por unas lonas. La cantidad de tráfico que hay en esta zona de la ciudad y la falta de mantenimiento han dañado la piedra del edificio.
Alberto Tellería, es arquitecto y vocal de la Asociación Madrid Ciudadanía y Patrimonio, y se ha desplazado hasta la rotonda de la Puerta de Alcalá junto a Pilar Cisneros, para explicar en qué consiste este problema.
¿Cuál es el efecto que produce la contaminación en la piedra de los monumentos?
El humo de los coches genera dióxido de azufre que es un gas contaminante que al mezclarse con la lluvia es letal para la piedra. Tellería explica en qué consiste la reacción química y cómo afecta a los monumentos: “Se trasforma en ácido sulfúrico y ácido sulfuroso, y también en nitrógeno, esos óxidos de nitrógeno se transforman en ácidos nítricos. Son cosas que degradan la piedra, la disuelven”.
La Puerta de Alcalá es uno de los puntos de la capital con más tráfico, ruido y contaminación. Todos estos factores han dañado el edificio y el arquitecto ha explicado el motivo: “El granito de la Puerta de Alcalá no es de gran calidad, es de grano muy grueso y es un granito que se disgrega fácilmente, pues lógicamente tenemos una combinación que acaba dañando el edificio”.
“Es un problema muy grave”
El proceso es lento, pero se pueden apreciar fácilmente los defectos en los edificios que han estado expuestos a estos elementos nocivos durante años. Tellería, lo confirma: “Esos gases y esos productos se van depositando sobre la piedra y cuando llueve están en alta concentración sobre la piedra y el efecto de erosión es aún mayor”.
¿Cómo se puede prevenir este efecto de erosión?
En el caso de Sevilla, hace unos años peatonalizó toda la zona de la Giralda para protegerla de este tipo de gases, y a su vez dio más espacio a los peatones. El arquitecto experto también ha puesto el ejemplo de algunas ciudades europeas: “Por ejemplo, en París, es constante la sustitución de las estatuas originales que se trasladan a museos y se ponen copias en la calle para evitar esa erosión”.
Aunque la mejor forma de prevenir estos daños es con un mantenimiento continuo y un buen trabajo de limpieza. Tellería, también ha insistido sobre este punto: “Cuanto más tiempo esté sin restaurar es peor, porque los depósitos de los elementos nocivos serán más grande y habrán penetrado aún más en la piedra. La solución es una limpieza habitual, y domar el tráfico”. La regulación del tráfico cada vez es más importante para los ayuntamientos de las grandes ciudades, es un factor clave para la salud de sus monumentos.