La obsesión de Sam Altman, fundador de ChatGPT, y lo que esconde en su mochila: "El fin del mundo"
En 'Lo que viene', Matías Zavia, experto en Inteligencia Artificial apunta a uno de los motivos por los que Altman fue apartado de la dirección de Open AI
Madrid - Publicado el - Actualizado
3 min lectura
Hace poco más de una semana estaba fuera de la empresa, y no de cualquier empresa. De una de las compañías más prometedoras del mundo.
Sam Altman estaba fuera de la dirección de Open AI, la empresa que ha desarrollado ChatGPT y que tiene por delante un futuro más que prometedor.
Han sido muchas las cosas que se han escrito sobre este asunto en los últimos días.
Y, en el fondo, nadie tiene claro el motivo exacto por el que se produjo este movimiento. La Junta directiva de Open AI aludió a una pérdida de confianza en la persona que había liderado a la compañía creadora de ChatGPT.
Sin embargo, esa pérdida de confianza podía responder a varios motivos
Matias Zavia, editor de Xataka y copresentador de 'Monos estocásticos', el pódcast español líder especializado en inteligencia artificial nos ha contado que "hay un proyecto secreto, en Open AI, que supondrá un desarrollo muy grande de la actual tecnología de ChatGPT y, por eso, hay internamente empleados muy preocupados. Creen que Open AI no podrá controlar que esta tecnología artificial se vaya de las manos".
De hecho, este podría ser el principal motivo del despido inicial de Sam Altman.
Escucha la sección completa de 'Lo que viene'
Un tipo que, precisamente, fundó en 2015 junto a otros visionarios como Elon Musk, Open AI, una fundación sin ánimo de lucro que debía investigar las posibilidades de la inteligencia artificial para, entre otras cosas, poner unos límites y no permitir que esta tecnología se descontrolara.
Esto último está por ver porque, desde luego, la fundación sin ánimo de lucro ha desaparecido.
Open AI es, ahora mismo, una de las empresas con mayor potencial económico del mundo. A la inversión mil millonaria de Microsoft hay que sumar el ingente dinero que están ingresando por todas aquellas empresas que usan el asistente de ChatGPT. Desde luego, el enfoque de la compañía ha cambiado radicalmente.
Siempre preparado para el fin del mundo
Sam Altman se ha convertido, gracias al éxito rutilante de ChatGPT en uno de los grandes visionarios de esta última década.
Matías Zavia, experto en inteligencia artificial lo define como "un tipo peculiar". Nos cuenta en 'Lo que viene' que estudió en Standford, abandonó sus estudios antes de tiempo y creó una apliación que no terminó de ir demasiado bien.
Un tiempo después conocería al fundador de Y Combinator, uno de los grandes fondos que invierte en tecnológicas y empresas emergentes de Silicon Valley y ahí la vida le cambió.
Altman es, efectivamente, un tipo peculiar. Y es que lleva siempre en su mochila lo necesario por si llega el fin del mundo. Algo con lo que está obsesionado. Al parecer, en su casa del sur de California tiene preparado un búnker equipado por si llega el apocalipsis.
Altman, desde luego, es un visionario y junto a otros como Elon Muks fundó en 2015 Open AI. Una empresa ya de la que no tiene participaciones (no, al menos, a título personal) y de la que, según publican algunos medios, tampoco cobra un sueldo muy elevado.
¿Qué podemos esperar?
Con la vuelta de Altman a la dirección de la empresa sólo una semana después de haber sido apartado, parece que las aguas andan menos revueltas.
Un momento importante para Open AI porque 2024 se presenta como un período crítico para el desarollo de nuevas funcionalidades.
Matías Zavia nos desvela que la compañía prepara "una tienda de GPTs para que cualquier empresa o persona se pueda hacer su propia versión personalizada de ChatGPT. Además, lanzarán agentes de IA, un asistente proactivo que promete solucionarte la vida". Y más a futuro, el GPT 5, una versión en español.
Aunque el problema para Open AI es que, en los próximos meses, la competencia va a ser brutal: Elon Musk prepara su propia versión de la IA, Google va a presentar los avances de su propia tecnología, META apostará por la suya que, además, es de código abierto..