Pilar García Muñiz: “Con Rafa Nadal se acaban los adjetivos, porque lo que ha conseguido es inmenso”
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Bienvenido a Mediodía.
La verdad es que con Rafa Nadal se acaban los adjetivos, porque lo que ha conseguido este hombre es inmenso. Y más si cabe, después de conocer que el 14 Roland Garros que ganó ayer lo hizo con el pie dormido para no sentir dolor. Su médico le infiltraba para anestesiar los nervios sensitivos del pie para así poder jugar sin dolor, pero claro, tampoco tenía ninguna sensación.
La cabeza te ayuda a poder aislarte, en este caso de la lesión, porque esa es una de las fortalezas que ha demostrado siempre Rafa. Su control mental que le permite no desesperarse ni tirar las toalla cuando va perdiendo ni dar todo por hecho cuando va ganando. Es increíble cómo gestiona el sufrimiento, su auto control y la capacidad de concentración que tiene.
Esta misma semana Nadal se va a someter a diferentes pruebas y a un nuevo tratamiento para intentar paliar el dolor que le produce el síndrome de Muller-Weiss que padece. Es una lesión rara, degenerativa, que no tiene cura, no tiene solución quirúrgica y que produce mucho dolor.
Se lo diagnosticaron en 2005 cuando tenía 19 años y le auguraron una carrera deportiva corta, pero ahí le tienes, con 36 años recién cumplidos y convertido en el mejor tenista de la historia. Y aquí es donde volvemos a su fortaleza mental porque lleva toda su carrera conviviendo con esta lesión crónica, y con el dolor. Es una lesión incapacitante incluso para hacer vida normal, pues imagínate para competir al máximo nivel.
El nuevo tratamiento que van a probar ahora es con inyecciones de radiofrecuencia pulsátil en los dos nervios del pie. Se quiere conseguir desinhibir el nervio y quitar el dolor que tiene de manera permanente. La mejoría suele ser gradual y se puede medir su efectividad pasadas unas semanas. Si da resultado, Nadal podría estar en Wimbledon, que comienza el 21 de junio. Ese es su deseo, seguir compitiendo, pero también dijo que no promete nada porque el sacrificio que hace cada día que sigue activo y el castigo al que somete a su pie, le va a condicionar el resto de su vida.
Cualquier otro en su lugar, con su palmarés (no tiene nada que demostrar) con sus años, y sobre todo con esa lesión, ya hubiera abandonado el deporte. Pero hablamos de Nadal, que una y otra vez nos demuestra lo extraordinario, autoexigente y único que es. En la pista de tenis y, escuchando siempre su humildad y elegancia también fuera de ella.
El poeta Francés, PIER CORNIEL dejó esta frase para la historia: "Sin riesgo en la lucha, no hay gloria en la victoria" Bien podría aplicarse a este último titulo de Nadal como cualquier otra frase que describa el esfuerzo, el honor o el sacrificio. Parece un molde perfecto de la virtud. Un referente, para un momento en el que andamos escasos de referentes.
Solo cuando miremos con distancia a lo que está haciendo Nadal seremos capaces de valorar lo que ha conseguido, y entonces le echaremos de menos.