Un doctor explica por qué engordar al dejar de fumar "no es un inconveniente": "Es el signo de recuperación"

Dejar de fumar es un reto que millones de personas se plantean cada año como propósito de Año Nuevo. Sin embargo, una de las consecuencias más temidas por quienes intentan abandonar el tabaco es el aumento de peso, algo que, según el Dr. Darío Fernández, médico de la clínica Legazpi de Madrid y psicólogo clínico especializado en el tratamiento del tabaquismo, no debería verse como un inconveniente. Al contrario, señala, el incremento de peso es un signo positivo: es la señal de que nuestro organismo está recuperándose.

En una reciente entrevista en el programa Poniendo las Calles, Fernández abordó esta preocupación tan común. Según sus palabras, muchos fumadores dejan de intentarlo al pensar que el dejar el tabaco les llevará a engordar de forma significativa. No obstante, el doctor desmitifica este temor y explica que, lejos de ser un efecto negativo, el aumento de peso está relacionado con el proceso de recuperación del cuerpo tras años de tabaquismo.

El Dr. Fernández explicó que el aumento de peso que algunas personas experimentan al dejar de fumar se debe a un cambio fisiológico natural. "Lo que ocurre es que la mucosa de nuestro estómago recobra su función y, al mismo tiempo, se activa el apetito", apuntó. Esto se debe a que, al dejar de consumir nicotina, el cuerpo empieza a recuperarse de los efectos dañinos del tabaco, y una de las consecuencias de esta recuperación es un aumento en las ganas de comer.

"El aumento de peso, en realidad, no es un inconveniente", continuó Fernández. "Es simplemente un signo de que el cuerpo está en proceso de curación. El problema aparece cuando no se tiene un plan para contrarrestarlo, pero con una estrategia adecuada se puede evitar", aclaró.

Un plan de prevención para evitar ganar peso

Según el experto, la clave para evitar el aumento de peso al dejar de fumar es la prevención. "Si se sabe que puede haber un aumento en el apetito, lo que se debe hacer es un ajuste en la dieta y el ejercicio", explicó. "No hace falta que sea algo drástico, pero sí recomendable que la persona consuma unas 300 calorías menos al día o aumente su actividad física, por ejemplo, caminando un poco más o reduciendo el consumo de alimentos muy calóricos como el pan", detalló el Dr. Fernández.

De acuerdo con el experto, este ajuste es necesario solo durante los primeros meses del proceso de dejar el tabaco, cuando el cuerpo está más susceptible a cambios hormonales y metabólicos. "Si se sigue un plan adecuado de alimentación, que incluya más verduras y menos calorías, y se incorpora algo de ejercicio diario, el aumento de peso no tiene por qué ser un problema", concluyó.

Además de su consejo práctico, el Dr. Fernández enfatizó que dejar de fumar es un proceso de cambio que, aunque puede implicar algunos desafíos temporales, siempre es beneficioso a largo plazo. "Recuperarse del tabaco es recuperar la salud, y los efectos positivos para la salud física y mental superan con creces cualquier pequeño inconveniente que pueda surgir, como el aumento de peso", subrayó.

El mensaje del Dr. Fernández es claro: si se desea dejar el tabaco, no hay que dejarse desmotivar por el miedo a ganar algunos kilos. Con la estrategia adecuada, el aumento de peso puede ser controlado, y lo más importante es el bienestar general que se experimentará al liberarse de la adicción al tabaco.

Dejar de fumar

Dejar de fumar es un reto que, aunque difícil, tiene muchos beneficios a corto y largo plazo. Según el Dr. Darío Fernández, el aumento de peso tras dejar el tabaco no debe ser considerado un inconveniente, sino más bien un signo positivo de recuperación. 

Con un plan de prevención adecuado que incluya una dieta equilibrada y ejercicio físico, es completamente posible dejar de fumar sin ganar peso excesivo. Así que, si este 2025 es tu año para abandonar el tabaco, recuerda que tu salud global es lo más importante, y con las claves adecuadas, alcanzarás tu objetivo con éxito.