¿Las luces de Navidad de las ciudades españolas son un peligro para los conductores? Lo que dicen los expertos
El colegio de ópticos y optometristas de Galicia dice que puede causar fatiga y tensión en la vista, lo que además puede ser causa de accidentes de tráfico por deslumbramientos
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Con la llegada de diciembre, las ciudades españolas se visten de luces navideñas, creando un ambiente festivo y mágico que atrae a miles de turistas y embellece las calles. Sin embargo, aunque la decoración navideña es una tradición esperada por muchos, los expertos alertan sobre los posibles peligros que pueden representar para los conductores. Según Alfonso García ‘Motorman’ y Carlos Moreno ‘El Pulpo’ en Poniendo las Calles, el alumbrado navideño puede tener efectos negativos en la seguridad vial, al causar fatiga visual, deslumbramientos y confusión en los conductores.
Alfonso García 'Motorman' fue el primero en señalar que las luces de Navidad, aunque hermosas, no están exentas de riesgos, especialmente para aquellos al volante. Según el Colegio de Ópticos y Optometristas de Galicia, el intenso alumbrado navideño puede provocar fatiga visual y tensión en la vista, lo que incrementa el riesgo de accidentes de tráfico. Este fenómeno ocurre principalmente debido a los deslumbramientos provocados por las luces brillantes que adornan las calles durante las festividades.
“El colegio de ópticos y optometristas de Galicia dice que puede causar fatiga y tensión en la vista, incluidos los conductores, lo que puede ser causa de accidentes de tráfico”, destacó Alfonso García.
Los deslumbramientos no solo afectan a los conductores mayores o con problemas de visión, sino que también pueden ser peligrosos para cualquier persona. De hecho, se estima que 7 de cada 10 conductores experimentan algún tipo de deslumbramiento mientras conducen, un fenómeno especialmente marcado en personas mayores de 50 años o aquellos que padecen defectos refractivos como hipermetropía, miopía o astigmatismo. Estos conductores tienen más dificultades para adaptar la pupila rápidamente a los cambios de luz, lo que aumenta el tiempo de reacción frente a situaciones imprevistas.
¿Las luces de Navidad de las ciudades españolas son un peligro?
Algunos grupos de conductores, como los que tienen los ojos claros o sufren de cataratas, también son particularmente sensibles al resplandor de las luces navideñas. Las personas con estas condiciones tienen una respuesta visual más lenta ante los cambios bruscos de luz, lo que puede comprometer la seguridad tanto de los conductores como de los peatones.
“En este caso, los conductores con defectos refractivos tienen problemas de adaptación de la pupila, aumentando el tiempo de respuesta al cambio de luz. También son muy sensibles a esos deslumbramientos, aquellos que tienen los ojos claros y lo mismo ocurre con los afectados por cataratas”, explicó García.
Pero no solo los conductores corren el riesgo de sufrir efectos negativos. Los peatones también pueden verse afectados por la iluminación excesiva. Según el Servicio Nacional de Salud de Estados Unidos, una exposición prolongada a luces intensas puede inducir ataques de migraña en algunas personas, lo que representa un peligro adicional para aquellos que caminan por las calles decoradas.
Uno de los aspectos más alarmantes que destacó García fue la confusión que las luces navideñas pueden generar en los conductores. A veces, los adornos y las luces festivas se colocan cerca de las señales de tráfico y los semáforos, lo que puede hacer que los conductores pierdan de vista las indicaciones correctas. La iluminación brillante de los adornos puede crear distracciones visuales que hacen más difícil identificar las señales de tráfico o los semáforos en el camino, lo que aumenta el riesgo de cometer errores al volante.
Lo que dicen los expertos
“Las luces navideñas a veces crean confusión y dudas a los conductores cuando están cerca o frente a los semáforos y señalizaciones. ¿Algún edil lo tiene en cuenta a la hora de colocar luces y adornos en las vías públicas?”, se preguntaba Alfonso García.
Esto puede llevar a que los conductores, en lugar de ver con claridad el semáforo o las señales de tráfico, las confundan con las luces de los adornos. Esta confusión podría ser fatal, especialmente en zonas de alto tránsito donde los cambios de semáforo son frecuentes y la atención del conductor debe estar al máximo.