El italiano que pasó 45 años llevando a Jesús a las tribus del norte de Tailandia

Giovanni Zimbaldi habría cumplido 90 años en junio. Este misionero dedicó su vida a evangelizar y a enseñar sobre Jesús en los idiomas tribales

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Pablo Valentín-Gamazo

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El distrito Fang está en la provincia de Chiang Rai, al norte de Tailandia. Allí residen tribus y etnias de origen diverso: desde birmanos hasta tibetanos o de China. Dos de ellas, los Lahu y los Akha, han despedido con honores a un extranjero. El pasado 2 de mayo dieron el último adiós a Giovanni Zimbaldi, un misionero italiano que pasó 45 años entre ellos. Este sacerdote les regaló su vida y les llevó el mensaje de Jesús en sus propias lenguas tribales. 

El amor del P. Zimbaldi por esta gente con la que compartió gran parte de sus días, que se le concedió su último deseo. Pidió ser enterrado allí, entre ellos, como uno más. Esa petición se le ha concedido y ya descansa en una tierra que pisó por primera vez en 1974

Llegó al continente asiático de la mano del Pontificio Instituto para las Misiones en el Extranjero. Su primer cometido era misionar al pueblo Lahu, al norte del país, en la frontera con Myanmar, en el sudeste asiático. Parecía una tarea imposible empezar y, más todavía, que pudiera expandirse. 

La obra de su vida dedicada a transmitir el Evangelio comenzó con 10 familias de la tribu Lahu. Con el paso del tiempo, la misión creció y se expandió en otras tres parroquias. Parece poco, pero eso supuso 15.000 personas y casi 100 pueblos de la zona, incluidos los de la tribu Akha. 

Misionero de tiempos heroicos y de los niños

Este hombre de Monza (Italia) forma parte de lo que se conoce como los misioneros de "los tiempos heroicos". Se les llama así porque su vida de misión consistía en desplazarse entre los pueblos en condiciones muy difíciles. Los viajes entre lugares de misión situados entre las montañas se solían hacer a caballo y duraban días

Uno de los gestos que más marcó al P. Zimbaldi fue su empeño en que los niños de las tribus recibieran una educación. En sus misiones, las puertas estaban siempre abiertas para los centenares de ellos que se acercasen a recibir formación intelectual...y cristiana

Hablar y escribir sobre Jesús en lenguas tribales

El misionero aprendió a hablar los idiomas de los distintos pueblos donde tuvo que llevar a cabo su tarea. Su compromiso y cercanía por estas tribus también se confirmó en la producción de libros litúrgicos y de catequesis que realizó en las lenguas Lahu y Akha.

El P. Zimbaldi no estaba solo. Él mismo, recuerda la agencia AsiaNews, siempre atendió y reconoció la ayuda que le prestaban sus catequistas. Otro de sus auxilios fue conseguir la llegada de personas consagradas a un territorio tan grande como veinte veces la superficie de Madrid en kilómetros cuadrados.

Este hito para la misión del PIME del P. Zimbaldi se cumplió en el año 2000. El arranque del nuevo siglo trajo al sacerdote la ayuda de la Congregación de las Hermanas de la Presentación en el distrito Fang, donde ya reposa este misionero, que cumpliría 90 años en el próximo junio