“Los cursos prematrimoniales no sirven para mostrar lo maravilloso que es el matrimonio, sino su realidad”

Uno de los requisitos a la hora de casarse por la Iglesia, es realizar los conocidos como cursos prematrimoniales. Muchas parejas acuden a ellas por obligación y con la actitud de superar el trámite cuanto antes. Otros, en cambio, son conscientes de que en estas sesiones que se imparten antes de la ceremonia religiosa, les puede servir de mucho, ya que en ellas se analizan temas como la pareja, las claves de la convivencia, la comunicación en el matrimonio, etc.

Pero ojo, tampoco vale engañarse. No es un tutorial que garantice un matrimonio feliz para toda la vida, ya que eso hay que trabajarlo día a día, tal y como recuerda en Aleluya el responsable del centro de Educación Sagrada Familia, Carlos Carazo: “Un curso prematrimonial tiene como misión que los novios descubran que es lo que Dios quiere para ellos y que apuesten por su matrimonio feliz, sabiendo que es una realidad muy difícil. Aquí apostamos por ser realistas. No les decimos a los ponentes que muestren lo maravilloso que es su matrimonio, sino la realidad de su matrimonio”.

Las parejas que conforman Rocío y Javier y Pablo y Marta acuden cada semana a la parroquia de San Aurelio, ubicado en el madrileño barrio de Argüelles, para recibir estos cursos prematrimoniales. En el templo, los ponentes imparten las clases a los presentes ( con mascarilla y respetando las distancias de seguridad) y a quienes la siguen online.

Presentes u online, a todos ellos les unen la ilusión por compartir una vida juntos, pero conscientes de que el camino estará lleno de obstáculos.

Por ello, creen que estos cursos les pueden servir de mucho: “Aquí nos suelen dar los temas a tratar y las ideas que extraemos tenemos que profundizarlas en casa cuando tengamos tiempo. Son temas importantes que nunca te plantearías, pero cuando vienes aquí eres conscientes de que son de gran utilidad para el futuro y evitar así malos entendidos”, comenta Rocío.

“A lo largo de nuestra relación hemos cuidado el corazón del otro como sabíamos, con las compañias que pensamos podían iluminar nuestra vida. Cuando nos prometimos, veíamos que también una preparación concreta de cara al matrimonio nos venía bien una ayuda”, asevera Pablo.

A lo largo de los tres meses y medio que dura el curso prematrimonial, el centro de Educación Sagrada Familia proporciona a las parejas numeroso material, recursos, vídeos, reflexiones y realizar un trabajo final en la que han de describir su constitución familiar: “Les aportamos una metodología de cómo han de redactar los principios que quieren que rijan su vida familiar. Esto permite a los novio hablar de asuntos importantes en la pareja”, precisa Carazo.

Carlos Carazo ha señalado además que, en un entorno de divorcio constante en todas partes, “uno siente pánico y las parejas dicen... necesito obtener unos recursos que ahora no tengo. Como en ningún sitio te enseñan a amar, aquí enseñamos a amar, porque es la lección de la vida”, sostiene.