Asamblea Sinodal: Lucía Ferreras, de Acción Católica, pide incidir "en el problema del clericalismo bilateral"
La delegada de Apostolado Seglar de Burgos destaca en ECCLESIA la importancia de los grupos de vida en las parroquias, "una de las conclusiones de la síntesis"
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Para Lucía Ferreras, "la síntesis ha quedado muy completa". La delegada de Apostolado Seglar de la archidiócesis de Burgos y miembro de la Acción Católica General de Adultos se siente plenamente identificada con todo los puntos que figuran en el documento que será enviado a Roma para la nueva fase del Sínodo, la continental, que comenzará en septiembre de 2022: "Por lo que hemos trabajado en la archidiócesis, recoge prácticamente todo lo que habíamos incluido en las aportaciones"
El papel de la mujer, una de las claves de la síntesis del Sínodo
Lucía cree que los puntos donde se debe poner el acento a partir de ahora son dos. Por un lado, habla del clericalismo bilateral: "Creo que tendríamos que incidir en todo el tema del clericalismo bilateral, por parte de los laicos y por parte de los sacerdotes".
Es una de las claves del documento emanado de la Asamblea Final del Sínodo, en el que se asegura que en la Iglesia que peregrina en España hay "un exceso de protagonismo de los sacerdotes y un defecto en la responsabilidad de los laicos".
Otra de las claves en las que debemos poner el acento, según Lucía Ferreras, es en el papel de la mujer: "Es muy importante trabajar el lugar de la mujer en la Iglesia. Reconocer cual es su lugar y su misión" decía. Y es que ese tema ha sido uno de los que más presencia han tenido durante el proceso sinodal. La síntesis afirma que "se aprecia su importancia en la construcción y mantenimiento de nuestras comunidades y se ve imprescindible su presencia en los órganos de responsabilidad y decisión de la Iglesia".
La importancia de que se formen auténticos "grupos de vida" en las parroquias
Lucía concluye su análisis de la síntesis poniendo el acento en la importancia de la vida parroquial. Asegura que es fundamental, como recoge el documento, que "las pequeñas comunidades que van integrando las parroquias, que se constituyan como grupos de vida, con una formación permanente e integral". Ella considera que, de esa forma, esos grupos de vida "puedan ser germen de muchas cosas: de vocaciones, de parroquias y comunidades más vivas...".
Y es que la síntesis de los trabajos del proceso sinodal ofrece una serie de propuestas a nivel parroquial, diocesano y de la Iglesia universal. Entre las propuestas a nivel parroquial, figura ésta de que se favorezcan los pequeños grupos de fe que se alimentan a diario de la Palabra y que juntos profundizan en su vivencia cristiana como fermento que hará crecer la semilla de la fe.