Francesc Pardo, el obispo cercano a los más necesitados y amante de la música y de los deportes
El prelado se encontraba en la UCI del Hospital Josep Trueta de Girona desde el pasado 3 de marzo por una insuficiencia respiratoria provocada por una broncoaspiración
Publicado el - Actualizado
3 min lectura
El obispo de Girona, Francesc Pardo, falleció esta pasada noche a los 75 años de edad después de que ingresase el 3 de marzo en la Unidad de Curas Intensivas del Hospital Trueta de Girona por un choque séptico provocado por broncorrespiración. Según ha informado el obispado, su estado se había mantenido desde entonces en una situación clínica crítica y de gran fragilidad, pese a algunas mejoras puntuales. Las complicaciones de las últimas horas a consecuencia del choque séptico ha sido la causa de la muerte.
Mons. Francesc Pardo i Artigas nació en Torrelles de Foix (diócesis de Sant Feliu de Llobregat) el 26 de junio de 1946. Fue ordenado de sacerdote en 1973. El 16 de julio de 2008, el Papa Benedicto XVI le nombró obispo de Girona. Fue ordenado obispo el 19 de octubre del mismo año, en el transcurso de la toma de posesión de la diócesis.
Don Francesc era un hombre sensible hacia las personas de la diócesis. Era el presidente de Cáritas diocesana desde los primeros meses que accedió a la sede gerundense y fue esta entidad con la que mantuvo sus primeras reuniones. La preocupación por los más pobres y necesitados se palpitaba periódicamente en la carta semanal que escribía en la hoja parroquial diocesana y leía en el programa de radio semanal El Mirall (El Espejo).
Era un hombre discreto, pero muy cercano a las personas y seguía con interés todos los eventos que sucedían en la ciudad, participando en algunos de ellos, sobre todo en los culturales y deportivos. Le encantaba la música, los deportes en general y especialmente el fútbol. En más de una ocasión explicó que de joven su padre le decía: “Los domingos no hay fútbol ni vermut sin antes ir a misa”.
Una de las declaraciones que más titulares consiguió el prelado fue a raíz de la carta pastoral escrita durante la pandemia de la covid-19 en la que afirmó que “no hay nada más pagano y anticristiano que considerar la epidemia como un castigo de Dios”.
Cada año por la fiesta patronal de san Narciso era esperada su homilía en la que siempre intentaba reflexionar sobre cuestiones actuales a la luz del Evangelio. Seguía la actualidad a través de la radio, de los periódicos y cuando el tiempo le permitía, algún programa de televisión.
Le encantaba también conocer la diócesis de primera mano. Es por este motivo, que impulsó las visitas pastorales visitando parroquia por parroquia de los diferentes arciprestazgos. Visitó las casi 400 parroquias del obispado, desde la más pequeña hasta las más grande. A parte de presidir el oficio solemne, también aprovechaba para reunirse con las asociaciones parroquiales y con los fieles y escuchar sus preocupaciones.
Cargos pastorales
Entre 1993 y 2006 ejerció como Director del Centro de Estudios Pastorales de las diócesis de Cataluña. En 1997 fue nombrado párroco de Sant Esteve en Granollers. De 1999 a 2004 ejerció de Arcipreste de Granollers y de 2001 a 2004 Vicario Episcopal de Vallés Oriental.
En la diócesis de Terrassa es Vicario General de Pastoral y Delegado Episcopal para la Economía desde 2004 y Miembro del Consejo Pastoral Diocesano; del Consejo para los Asuntos Económico, del Colegio de Consultores y párroco de Sant Esteve en Granollers. Era obispo de Girona desde el 16 de julio de 2008 y tomó posesión de la diócesis el 19 de octubre de 2008.
Otros datos de interés
Era miembro la Comisión Episcopal de Pastoral Social y promoción humana desde marzo de 2020. En la CEE era miembro del Consejo de Economía desde marzo de 2020, cargo que mantiene desde 2014.
Fue miembro, desde 2008, de la Comisión Episcopal de Pastoral. Perteneció a la Comisión Episcopal de Apostolado Seglar de 2011 a 2014.