Iurii, capellán en la línea del frente en Ucrania: " Si hoy somos nosotros, mañana pueden ser otros países"

El pasado jueves, el sacerdote cogió el primer avión para su país en dirección Polonia para luego entrar en su país para atender a los soldados

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Iurii, capellán en la línea del frente en Ucrania: " Si hoy somos nosotros, mañana pueden ser otros países"

Santiago Tedeschi Prades

Publicado el - Actualizado

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Cuando el jueves pasado empezó la guerra en Ucrania, Iurii Stasiuk, sacerdote ucraniano que vive en Barcelona decidió coger el primer vuelo que salía hacia Polonia, tomó un coche y consiguió entrar en su país para atender a los soldados espiritualmente y sanitariamente, en primera línea.

ECCLESIA ha conseguido hablar con él para saber en primer lugar cómo está y cuál es la situación en su país. Pero, ¿cuáles fueron las razones para coger el primer vuelo hacia Polonia el pasado jueves? El sacerdote explica que “al ser ucraniano tenía que estar aquí, lo tengo que hacer. Además, formo parte de un grupo de paramédicos que ayudan a los soldados heridos. Yo hice, hace unos cuantos años, un curso como médico, y en los últimos 5 años he estado varias veces en la zona de Ucrania dónde teníamos antes el conflicto”.

“Este conflicto ahora es diferente porque no es en una zona concreta, sino que es en todo el país. En cualquier momento pueden salir batallas y podemos tener heridos”, ha explicado Iurii.

Además de ser ucraniano y paramédico, Iurii es sacerdote, algo muy importante para él: “Puedo atender a las personas espiritualmente y, con mi experiencia, sé que en los últimos segundos de la vida de unas personas puedo estar con ellos y acompañarles. Con mi ministerio les puedo ayudar y entregar en manos de los ángeles la vida de la persona. Es muy importante para las personas tenerme allí. Tengo la certeza que como médico puedo salvar algunas vidas en tierra, pero a veces hay ejemplos donde no puedo hacer nada, pero siempre les puedo acompañar en el último momento de la vida”.

Antes de marcharse a su país, Iurii tuvo que solicitar autorización al card. Omella y al obispo auxiliar de Barcelona Sergi Gordo, ya que tiene a cargo su propia parroquia: “Sobre todo me dieron su apoyo y su acompañamiento espiritual. El cardenal me ha llamado algunas veces, preguntándome cómo estoy y cómo está mi familia. Se ha preocupado mucho y reza por nosotros. Yo siento la presencia de estas oraciones, no solamente del cardenal, sino de muchas personas en España que están rezando por nosotros. Es una fuerza muy grande”.

El sacerdote no puede comunicar donde se encuentra ahora mismo por cuestiones de seguridad, pero nos asegura que no está en la zona más conflictiva: “Estamos preparados porque en cualquier momento podemos cambiar de lugar. Los superiores nos dicen cuando salir y en 30 segundos tenemos que movernos”.

Iurii ya tenía experiencia en situaciones de guerra, pero no se imaginaba algo tan dramático: “No me podía creer que estaba sucediendo algo así. Lo mejor en situaciones de pánico y de mucha tensión es estar preparado, revisar los cursos que he hecho. La situación es muy complicada”.

El sacerdote siente el apoyo de toda Europa: “Me siento acompañado y apoyado. Aprovecho estos momentos para decir a todas las personas que me escriben que muchas veces no puedo contestar, pero recibo vuestros mensajes. Muchas gracias por vuestro apoyo”.

Iurii ha subrayado algo muy importante: “Es una guerra que tenemos en Ucrania, pero este país es europeo y es una guerra en Europa. Si hoy somos nosotros, mañana pueden ser otros países y esta es la realidad”. Para el sacerdote ucraniano siempre hay que “buscar la diplomacia, hablar y entender que la vida de la persona siempre tiene que estar en el centro”.

Por último, el sacerdote ucraniano ha tenido la oportunidad de hacer un llamamiento: “No puedo entender a las personas que comienzan las guerras. Es humano vivir todos juntos, ayudar los unos a otros, respetar los derechos de otras personas. Somos diferentes cada uno, pero hay que respetar unos a los otros, eso es el principio. Siempre tenemos que poner nuestra mirada en Cristo que nos enseña amor y amar los unos y a los otros”.

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